Pasadas las 7 de la mañana, Máximo Kirchner realizó su estreno como diputado y llevó adelante su primera exposición en el debate por la derogación de las leyes Cerrojo y Pago Soberano, a través de las cuales el Gobierno busca destrabar el conflicto con los holdouts.
El hijo de Cristina Kirchner realizó su primera exposición como diputado.
El hijo de Néstor y Cristina Kirchner estaba algo nervioso en el inicio de sus palabras, aunque se mostró cauto con sus palabras, pese a que en ciertos pasajes del discurso lanzó chicanas políticas. El santacruceño cuestionó las negociaciones que llevó adelante el gobierno de Macri y defendió la restructuración de deuda que impulsó la gestión K. Incluso, bromeó con la disputa de su despacho.
El líder de la agrupación La Cámpora, se mostró desafiante ante los representantes de Cambiemos y les pidió conseguir mejoras en la negociación con los Buitres. “Si son mejores que nosotros, vayan y negocien mejor; no cedan tan fácil ante la extorsión", lanzó.
El líder de La Cámpora se mostró desafiante para con el Gobierno de Macri.
El diputado del FPV dijo que el Gobierno “se enoja porque le pagamos al FMI pero no con los que contrajeron deuda”. En ese sentido, dijo que su decisión de no acompañar el acuerdo se debe a cuestiones “profundas” y no vinculadas a la postura “patria o buitre”.
En el medio de su discurso, el diputado recordó que en la reestructuración de 2010, “los mismos que hoy piden solidaridad”, no apoyaron la medida y “dejaron al gobierno sin presupuesto, pero igual sumamos al 18% de los acreedores”.
Máximo resaltó la labor de Cristina Kirchner al frente de las negociaciones con los Buitres.
Con un tono algo conciliador, Máximo recordó que el ex presidente Kirchner dijo "que no es fácil gobernar", por lo que desde su espacio “no quieren poner palos en la rueda”. Sin embargo, apuntó al Gobierno por la supuesta herencia negativa que dejo el mandato de CFK. "Entonces, no le exijan al pueblo que no pueda reclamar en las calles. ¡Déjenlo!", exigió.
Sobre el final de su discurso, visiblemente más relajado, el diputado dijo que escuchó a varios colegas de otras bancadas desde su despacho, y al mirar al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, quien quiere cambiarlo de oficina, remató: “Veremos qué es lo que pasa”.