Fernanda Vallejos estuvo en boca de todos días atrás, tras sus polémicas declaraciones sobre Amado Boudou, a quien catalogó como un “perseguido político como Yrigoyen, Perón, Evita, Néstor y Cristina”. Es que la primera candidata a diputada nacional del frente Unidad Ciudadana no midió sus palabras y generó fuertes críticas internas en el flamante espacio que creó la ex Presidente para competir en octubre.
Vallejos lloró de forma desconsolada tras defender a Boudou.
Lo cierto es que tras sus palabras, el bunker K decidió meterla en un “freezer” y alejarla de los micrófonos por un tiempo.
El mismo día que realizó sus fuertes declaraciones, el lunes 26 de junio, concurrió por la tarde al Instituto Patria, las paredes de poder en donde CFK diagrama el que podría ser su regreso formal a la política. Allí, frente a un pequeño grupo de allegados a Cristina, reconoció que se había equivocado con sus declaraciones y no ocultó su angustia: lloró y lloró. Y lo hizo de forma desconsolada, según Clarín.
Cristina Kirchner no estuvo contenta con las declaraciones de Vallejos.
Tras unos minutos, algo recuperada de su angustia, comenzó a recibir indicaciones sobre el lenguaje de campaña que deberá utilizar y hacia donde deberá enfocar sus críticas. En rigor, deberá evitar la corrupción K y ajustar su mira hacia el complejo frente económico del país y el ajuste del gobierno macrista.
Lilita y los precios
Los efectos de la inflación tocan hasta los principales líderes de Cambiemos. En rigor, a Lilita Carrió se la vio preocupada porque en la carnicería tuvo que abonar un chivo en dos pagos con la tarjeta de crédito debido al precio del animal.
Carrió, preocupada por los altos precios en el país.
De un tiempo a esta parte, la primera candidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires se obsesionó con los precios y en una reunión en el club Juventud Unida de Barracas expresó su fastidio a los vecinos: “No compren en los supermercados y vayan siempre por las segundas marcas, que son las que no se abusan”.