16 Enero de 2016 06:56
El designado embajador argentino en el Vaticano, Rogelio Pfirter, desacreditó interpretaciones sobre presuntos "roces" entre Francisco y el presidente Mauricio Macri al asegurar que la relación entre ambos está en "un nivel muy bueno" y tildó a los argentinos de "egocéntricos" por pretender que "la agenda del Papa gire alrededor" de este país.
Descartan presuntos roces entre el Papa y Macri.
Pfirter tomó distancia de las especulaciones que señalan que Macri estaría ansioso por "pulir" ciertas tensiones con el Sumo Pontífice por supuestas diferencias y sostuvo que la "relación bilateral" entre la actual administración y la Santa Sede "es excelente". "'Pulir' es una palabra propia del periodismo pero no existe en el diccionario de la diplomacia profesional", aclaró el ex embajador ante el Reino Unido, de 67 años, en un reportaje que hoy publica el matutino Perfil.
El embajador, Rogelio Pfirter, fue alumno de Jorge Bergoglio en la escuela secundaria.
"Muchas veces se siente la necesidad de hacer interpretaciones, pero la relación (entre el Presidente y el Papa) es absolutamente normal y está en un nivel muy bueno", destacó. Alumno de Jorge Bergoglio en el secundario jesuita que cursó, el ex director de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) precisó que su misión será "potenciar la relación bilateral con la Santa Sede, reconociendo la significación política, cultural y espiritual que tiene ese vínculo".
El Papa aún no recibió al presidente argentino, Mauricio Macri.
Ante una pregunta, el designado representante en el Vaticano consideró "lógico" que en algún momento se produzca una visita del primer mandatario a Francisco, pero afirmó desconocer "detalles concretos sobre la fecha" en que se realizará ese encuentro. Cuando le consultaron "a qué atribuye la demora" del Sumo Pontífice en visitar su país -ya que según se anunció lo hará en 2017-, Pfirter alertó
"Los argentinos somos egocéntricos y por eso pretendemos que la agenda del Papa gire alrededor de la Argentina".
Pfirter dijo no tener dudas de que el Santo Padre será escuchado cuando opine sobre su país de origen: "Una enorme porción del pueblo argentino presta una enorme atención a lo que dice el Santo Padre. Y esa trascendencia va más allá de la voluntad política de cualquier gobierno", planteó.