01 Febrero de 2017 04:03
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, relató una llamativa anécdota ocurrida años atrás, en 2008. Fue tras el revés que sufrió el Gobierno de Cristina Kirchner, luego del voto “no positivo” de Julio Cobos por la 125, que imponía retenciones al campo, en un proyecto que finalmente no fue aprobado por el Congreso tras el rechazo del entonces vicepresidente.
Carlotto contó por primera vez que tras el fracaso del Ejecutivo por aquellos días, la ex presidenta pensó en renunciar. Fue la propia titular de Abuelas quien fue a verla para pedirle que no lo hiciera. Sin embargo, aseguró que no fue mérito de ella, sino de Cristina. Además, habló de la relación con la ex funcionaria y dijo que nunca fueron amigas ni se contaron confidencias.
“Una que otra vez me comisionaron para hacer algo. Ella quería renunciar cuando fue el tema de la 125. Estaba agobiada, quería renunciar, se iba, se iba”, relató Carlotto en diálogo con Intratables. Explicó que por aquellos días le dijeron que tenía que ir a hablar con la entonces jefa de Estado. “Tenés que convencerla”, le pidieron.
“Me lo pidieron, no voy a dar nombres, pero fue tan general que fui. Me recibió. Sabía que estaba apurada. Le dije: 'No te voy a ocupar mucho tiempo, pero te voy a decir algo, ni se te ocurra, porque te necesitamos, porque estás haciendo las cosas bien, porque no vas a estar sola, vas a estar con nosotros y te van a acompañar los 30 mil desaparecidos”, reveló que le pidió a la ex mandataria.
Todo ocurrió al poco tiempo del fracaso del Ejecutivo en el tratamiento de la ley que imponía retenciones a los empresarios del campo por su producción, en 2008, luego del recordado voto “no positivo” del ex vicepresidente Cobos, que debió, en su rol de presidente de la Cámara alta, definir la discusión parlamentaria.
Según Carlotto, tras su pedido Cristina Kirchner le agradeció. “Me dijo 'gracias, Estela”. Y no se fue”, recordó la presidenta de Abuelas, quien agregó: “Creo que nunca lo conté, es la primera vez que lo hago, porque son cosas que no tienen mi mérito, sino el de ella”.
Además, la referente de los derechos humanos desmintió tener una relación de amistad con la ex jefa de Estado. “Ni nos llamamos ni hablo” con la ex presidenta. “Cuando nos llamaba era cuando era presidenta; íbamos a los actos, a las reuniones. Nunca fuimos a tomar el té ni almorzamos juntas como si fuéramos amigas; era una relación de mucho cariño, pero no de amistad, de yo pedirle a ella o ella decirme confidencias”.