Habían pasado dos años y medio desde aquel trágico miércoles 22 de febrero de 2012 cuando a las 08.33 de la mañana un tren de la línea Sarmiento chocó contra los paragolpes de contención y mató a 55 de sus pasajeros y dejó más de 300 heridos.
“Miren que tenemos que hacer rápido porque si no viene la próxima formación y nos lleva puestos
El chiste tuvo lugar dos años después del accidente de Once.
Corría julio de 2014. Las aguas todavía estaban agitadas. Florencio Randazzo había reemplazado hacía sólo un mes a Juan Pablo Schiavi en la cartera de Transporte y acompañaba a Cristina Kirchner en un acto dentro de un vagón de la misma línea para anunciar la incorporación de nuevas formaciones.
“Miren que tenemos que hacer rápido porque si no viene la próxima formación y nos lleva puestos”, fue la desafortunada frase inicial de la por entonces presidenta, quien pretendía mostrar como un logro de gestión la renovación de la línea.
Por el choque murieron 55 pasajeros.
Rápida de reflejos, intentó corregirse en el momento y destacó la nueva tecnología de las formaciones. “El sistema de frenado no depende ya del motorman solamente, sino que como está conectada la locomotora con todo el sistema de señalización a lo largo de todo el trayecto, cuando hay una luz colorada prendida dos estaciones anteriores, el tren se frena automáticamente”.
Los dichos de CFK fueron repudiados por los familiares de las víctimas.
"Fue una frase desafortunada de la Presidenta, por eso duele", dijo Paolo Menghini, padre de Lucas, la última víctima encontrada dentro de la formación. Tardaron 58 horas en hallar su cuerpo. "Otra vez abundaron las frases desafortunadas, con ironías y con un dudoso sentido del humor", sumó indignada María Luján Rey, su madre.