Corría el verano del 2016 y Mauricio Macri se disponía a disfrutar de sus primeras vacaciones como presidente, a sólo tres meses de su asunción. El jueves 24 de marzo (sí, en el Día de la Memoria), el por entonces primer mandatario viajó junto a su mujer, Juliana Awada, y su hija menor, Antonia, rumbo al Sur. Aterrizó pasada la una del mediodía en el aeropuerto de Bariloche en el Tango 10 y desde allí se tomó un helicóptero, propiedad del multimillonario Joe Lewis, para disfrutar de cuatro días en la estancia del denunciado empresario.
Las imágenes generaron indignación en un sector de la sociedad por el historial de denuncias contra Lewis. Cabe recordar que el dueño de la sexta fortuna de Inglaterra según la revista Forbes adquirió en la década de los noventa 12 mil hectáreas en la Patagonia y fue denunciado por haberlas comprado a un valor por debajo del mercado, en complicidad con los funcionarios de ese entonces. Luego, volvió a recibir denuncias cuando impidió el acceso a Lago Escondido y se negó a acatar los tres fallos judiciales en su contra acumulados hasta el momento.
"Vamos a hacer un asado con ustedes": las amenazas de los matones de Lewis a los manifestantes
Casi un año después de su visita a la propiedad del magnate, el por entonces presidente brindó una conferencia de prensa desde la Casa Rosada en la que defendió al denunciado empresario, a quien se lo vinculaba con otro cuestionado proyecto inmobiliario en la Patagonia. "Dado que lo conozco desde hace años a Joe Lewis y soy amigo de él, no tengo vínculos comerciales; ni siquiera futbolísticos porque yo soy de Boca y él es del Tottenham. Sé y averigüé que no tiene nada que ver con el Proyecto Laderas".
"Hay un grupo inversor argentino que quiere hacer de un desarrollo en... no sé dónde queda (Sic). Pero de lo que sí estoy seguro es que no tiene nada que ver con Joe Lewis. Segundo: el lago tiene un mejor acceso del que tenía antes de que Lewis compre esa propiedad, que limita con el lago. Es un acceso peatonal desde la ruta nacional. Esa discusión se viene dando desde hace muchos años y realmente no entiendo qué es lo que se pretende", aseguró en conferencia de prensa.
Pero eso no fue todo. Macri también se refirió a la compra del campo por parte del empresario, pero omitió las denuncias por la cuestionada transacción. "Compró a dueños privados un campo, lo desarrolló; vive un par de meses al año ahí, le da trabajo a cientos de personas. Sigue invirtiendo para que sea sustentable. La verdad es que no entiendo por qué esta sistemática búsqueda de agredirlo. Alguien que eligió la Argentina para vivir unos años, que no nos pide nada; que desarrolló ese campo y dio trabajo. Esa parte no la logro entender".
Si bien el por entonces primer mandatario negó tener vínculos comerciales con Lewis, lo cierto es que el empresario fue uno de los más beneficiados por la administración de Macri. El primer "guiño" fue la modificación de la Ley de Tierras que eliminó el tope de las mil hectáreas que podían adquirir los extranjeros (muy por debajo de las doce mil que posee el británico en la Patagonia). Además, Lewis tiene acciones a través de offshores en Edenor, empresa que incrementó exponencialmente sus ganancias por la política tarifaria que llevó adelante el macrismo.
Macri también defendió en la conferencia de prensa a su confeso amigo y aseguró que el acceso al Lago estaba garantizado. Sin embargo, omitió mencionar que el trayecto montañoso que habilitó el magnate inglés se trata de un camino de 33 kilómetros y es una travesía de cuatro días que requiere condiciones físicas para poder realizarse y la utilización de caballos, dado que para llegar al Lago hay que atravesar dos ríos (y los puentes que permitían el cruce fueron destruidos por Lewis).
Así es el acceso al "camino de Tacuaifí"
El Superior Tribunal de Justicia de Río Negro ya falló en tres oportunidades a favor de la apertura de los otros caminos preexistentes para garantizar el acceso al Lago. En 2009, además, la Justicia determinó que el denominado "camino de Tacuifí" debería quedar bajo la responsabilidad de la Dirección de Vialidad Rionegrina para "asegurar el acceso al Lago Escondido con adecuada señalización y asegurando la transitabilidad". Si bien se estableció un plazo de 120 días para llevar adelante esta acción, el organismo estatal y el empresario siguen sin cumplir con el fallo.