por Matias Ayrala
29 Octubre de 2021 16:46Por estas horas, el presidente Alberto Fernández se encuentra en Roma. En esta ocasión, el mandatario viajó a Italia para participar de la Cumbre de Líderes del G20, que se realizará entre el sábado y el domingo, y en el que uno de los temas centrales será la recuperación mundial en el medio de la pandemia de coronavirus.
Este evento trajo al presente el recuerdo de la organización del G20 realizado en Argentina por el gobierno de Mauricio Macri hace tres años. A pesar de la grave crisis económica, de la devaluación del peso y de los salarios, y de la galopante inflación, Cambiemos invirtió una fortuna para llevar adelante un mega operativo en Buenos Aires.
La cumbre de líderes se realizó entre el 30 de noviembre y el 1° de diciembre de 2018, contó con la participación de 19 presidentes y era la estrategia perfecta de Cambiemos para cumplir con su repetido discurso: “Volvimos al mundo”. No funcionó. En total, más de 8.000 personas, entre jefes de Estado, ministros y funcionarios formaron parte del G20. Y trabajaron 2.500 periodistas de todo el planeta.
A los millonarios gastos de la organización, se le sumó el traslado de 22.000 agentes de todas las fuerzas. Dicho operativo estuvo a cargo de la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien cumplió con cada uno de los pedidos de Macri.
Alberto Fernández ya está en Roma: quiénes lo acompañan y los encuentros clave por el Fondo
En las semanas previas al evento, las fuentes de Cambiemos aseguraban que el principal objetivo del gobierno era evitar cualquier protesta. De hecho, las imágenes de la ciudad de Hamburgo, en 2017, cuando Alemania presidía el G20 estaban muy frescas: Tres noches de marchas y protestas, enfrentamientos con la Policía, grandes daños materiales y cientos de detenidos y más heridos.
De esa manera, el operativo del Gobierno de Macri incluyó la prohibición de vuelos comerciales en Aeroparque y en El Palomar; cierre de las autopistas Illia, Cantilo y Lugones; cierre del puerto de Buenos Aires; cierre de todas las estaciones cabecera de los trenes como Retiro y Constitución, y sin actividad ferroviaria en ninguna línea; y cierre de calles en toda la Ciudad de Buenos Aires.
"Nosotros no queremos compararnos con ninguna de las reuniones que se han hecho del G20, esperamos tener nuestra oportunidad de demostrar que en Argentina podemos hacer las cosas bien", aseguró Bullrich al ser consultada por el operativo de seguridad que, supuestamente, había costado más de 6 millones de dólares.
La agenda de Guzmán en Roma: puja por la quita de los USD 9.000 millones de la deuda con el FMI
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) le respondió: "Con la excusa de la reunión del G20, el Gobierno está promoviendo la construcción de enemigos internos e intenta justificar niveles aun mayores de persecución de la disidencia política y de represión y criminalización de la protesta. El Gobierno está instalando una campaña de miedo cuyo objetivo es intimidar a quienes quieran manifestarse, desmovilizar y desactivar las protestas. Es posible que se esté utilizando el G20 como una excusa para hacer espionaje ilegal".
Más allá de todo eso, el gobierno de Macri realizó un operativo especial en los días previos junto al Gobierno Porteño: limpiar la ciudad de pobres. Una de las máximas preocupaciones era la imagen que el mundo se llevaría de Argentina. Con esa idea, la Policía de la Ciudad obligó a todos los sin techo que dejarán las inmediaciones del Centro y las que rodeaban el Teatro Colón.
En aquellos años, más de 7.200 personas dormían en las calles de Buenos Aires y debieron trasladarse varios kilómetros fuera del radio del G20. “La Policía nos amenaza. Nos hacen dejar nuestras pocas pertenencias y nos dicen que si nos quedamos, nos van a llevar presos”, relataba por entonces un hombre que dormía en un cajero del Microcentro.
“A los que puedan, les recomiendo que abandonen la ciudad”, decía Bullrich, sin ningún tipo de vergüenza. Durante cuatro días, Buenos Aires estuvo desolada por la cantidad de cortes y el cierre de servicios. El G20 en Argentina finalizó sin problemas. Después de una gravísima crisis económica, el Gobierno de Macri no tuvo la misma suerte.