Parece haber quedado muy lejos el conflicto que se originó solo hace 24 horas atrás entre el presidente Javier Milei y su compañera de banca,Victoria Villarruel. Las malas lenguas decían que la vicepresidenta había tomado unilateralmente la decisión de tratar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en la cámara alta a sabiendas de que La Libertad Avanza no tiene los votos suficientes para que lo aprueben.
En el conflicto resonó fuerte el nombre de Mauricio Macri de quien se dijo, sería el que mueve los hilos políticos de la vicepresidenta que se reunió en secreto con el ala del peronismo más de derecha dirigido por Miguel Ángel Pichetto.
Fue Manuel Adorni, el vocero presidencial quien puso el cuerpo para calmar las aguas libertarias que parecían divididas. Fue él mismo quien negó todo con cara de piedra: "Nos sentimos sorprendidos por la mala lectura del comunicado que era muy firme pero dedicado a toda la clase política, contra la casta política. Desconocemos por qué se hizo una lectura desacertada y se relacionó el comunicado con la vicepresidente (SIC) de la Nación".
Y agregó contundente: "Todo lo que he leído desde los medios de comunicación efectivamente mostraban una mala lectura del comunicado. No hay ningún tipo de interna, ni de pelea, ni ninguna otra cuestión que tenga que ver en algún enfrentamiento con la vicepresidente. Somos todos un gran equipo de trabajo desde el 10 de diciembre pasado".
Ahora se abre un nuevo capítulo de la historia argentina en la que una comisión bilateral formada por ocho senadores y ocho diputados deberán afirmar o denegar el DNU 70/2023 que reforma alrededor de 300 leyes además de proponer el achicamiento del Estado a su mínima expresión.
Dos caminos: se aprueba o se rechaza
La formación de la Comisión Bilateral no tuvo mayores impedimentos, excepto la designación de su presidente Juan Carlos Pagotto, hombre del núcleo duro de La Libertad Avanza (LLA). Al momento de la votación por aprobación o rechazo, el voto de Pagotto tiene doble validez.
Todo conflicto político quedó en el pasado y hace solo minutos empezó el tratamiento del DNU a pesar de las tres veces en las que la Vicepresidenta dilató que este proyecto de ley entre al recinto.
Es la ley 26.122 la que establece que, después de formada la Comisión Bicameral Permanente, esta misma tiene 10 días para "expedirse acerca de la validez o invalidez del decreto y elevar el dictamen al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento".
💣Bombita: la oposición necesita 37 votos para hacer caer el DNU.
La misma ley proclama que si en ese lapso de tiempo no se emite ninguna decisión, el DNU debe solo encargarse de solo esa materia en particular para el "expreso e inmediato tratamiento del decreto" en virtud de la aprobación o el rechazo.
Lo más importante de la discusión será ver cómo quedarán conformados los votos de senadores y diputados. Es que para que el DNU se apruebe debe tener el visto bueno de una de las cámaras. Cabe recordar que si el decreto se aprueba, se lo hace sin ninguna modificación.
En contrapartida, para ser rechazado necesita la negativa de ambas cámaras. Por lo tanto, si el DNU se rechaza en la cámara de senadores ahora mismo, seguirá vigente a la espera de ser tratado por la cámara restante, la de diputados que tendrá la última palabra.