10 Diciembre de 2015 11:33
Sin duda su figura fue una de las que más atención reunió durante las ceremonias oficiales del jueves. La particular relación, llena de idas y vueltas, entre Mauricio Macri y su padre Franco convertía al empresario en el eje de todas las miradas.
Franco Macri llegando a la Casa Rosada.
Así, el buen momento que parece estar atravesando el vínculo actualmente quedó expresado, primero, por un auspicioso tuit que Franco escribió durante la mañana. Y, luego, por el abrazo que le brindó a su hijo luego de que recibiera los atributos presidenciales.
El abrazo entre Mauricio, ya investido, y su padre.
Un camino complicado
Franco comenzó a llevar a Mauricio desde los 13 años a su oficina, con la idea de que comenzara a familiarizarse con el manejo de las empresas que conformaban la Sociedad Macri (Socma). El empresario quería conectar desde temprano a su heredero con el mundo industrial y político.
La relación entre Franco y Mauricio estuvo signada por los desencuentros.
Pero, con los años, Mauricio comenzó a chocar constantemente con su padre, siempre presto a las discusiones y dueño de un carácter dominante, el cual lo llevaba a vigilar y criticar constantemente el trabajo de su hijo en Socma y luego en Sevel, otra empresa del grupo familiar.
La decisión del heredero de continuar su carrera dirigencial lejos de los emprendimientos de Franco y dentro del club Boca Juniors los distanció aún más. Pero en los últimos dos años, un acercamiento lento aunque certero había comenzado a construirse entre ambos. Habrá que esperar y ver, ahora, cómo continúa la relación entre este padre que siempre hizo sentir sus grandes exigencias sobre el hijo que ahora le regala una de las satisfacciones más grandes de su vida.