Se trató de un encuentro íntimo y confidencial. Así fue la reunión privada entre el Papa y Sebastián Casanello, el juez que conduce las “causas más calientes” de la justicia Argentina. Más de una hora de diálogo en una pequeña sala de la Casa Santa Marta, la residencia del Vaticano.
La imagen del encuentro secreto entre Casanello y el Papa Francisco.
En el encuentro se habló sobre las presiones que en los últimos días recibió el magistrado que investiga al empresario Lázaro Báez y al Presidente Mauricio Macri, casos que involucran a hombres y mujeres del poder. En ese sentido, Francisco lo felicitó “por su coraje”, reconoció su actitud y lo animó a seguir adelante, con prudencia pero a fondo, según consignó el periodista Andrés Beltramo.
Todo ocurrió la tarde del jueves 2 de junio, a las 18:00. Casanello viajó a la capital italiana acompañado por un nutrido grupo de colegas para participar del coloquio mundial contra la trata de personas y el crimen organizado en la sede.
Una vez en Roma, el juez federal se desprendió de la comitiva y en un automóvil de la embajada argentina ante la Santa Sede fue conducido a Santa Marta.
Francisco recibió a los jueces argentinos, entre ellos al ministro de la Corte Ricardo Lorenzetti.
En la conversación no se habló de ninguna causa en particular, pero sí de las supuestas "operaciones de prensa" que el magistrado padece. Maniobras, que para el Vaticano, están “conducidas por los servicios de inteligencia desde las sombras” con el objetivo de apartarlo de las causas más sensibles.
Según consignó La Stampa, en Roma creen que esas maniobras provienen del ex agente de inteligencia Antonio Jaime Stiuso, operador de inteligencia en tiempos de Néstor Kirchner, que supo espiar incluso al cardenal arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio.
Casanello entiende que algunos sectores del servicio de inteligencia no le perdonan que haya investigado a Stiuso por enriquecimiento ilícito y lo haya llevado al borde de la indagatoria.
El juez de las causas sensibles mantuvo un encuentro en Roma con el Papa.
La charla también tocó otros temas sensibles que ocupan un lugar importante en la agenda del magistrado argentino como la investigación al Presidente y a otros funcionarios de primer nivel por el escándalo internacional de los Panamá Papers. A su vez se hizo alusión a un proceso contra el presidente del Club Atlético Boca Juniors, Daniel Angelici, por tráfico de influencias y más.
El Papa y el Juez dialogaron sobre la aparición de Macri en los Panamá Papers.
En su charla con Francisco, el Juez se mostró preparado para resistir las presiones, pero confesó estar dolido debido a que “en los últimos tiempos le inventaron pedidos de coima”. Acusaciones lanzadas que provienen desde el entorno del propio Lázaro Báez.
El Papa se quedó con una buena imagen del magistrado, quien le reconoció un “buen corazón”, “una actitud recta y transparente”. Antes de irse Francisco volvió a animarlo y claro está, dijo que "iba a rezar por él".