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Política

El factor “CFK procesada” que divide al Gobierno nacional

Los funcionarios de Casa Rosada lo vieron como una buena señal hacia el electorado. Pero el "ala política" observa consecuencia nocivas para las elecciones de 2017.

28 Diciembre de 2016 11:12
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Divisiones. El Gobierno nacional siguió de cerca, ayer, el procesamiento que le dictó la justicia a Cristina Kirchner. Las miradas sobre semejante hecho, el segundo para CFK pero esta vez con un impacto mucho mayor ya que se debe a hechos de corrupción, disparó el debate en el seno de la Casa Rosada: ¿le conviene o no al oficialismo que Cristina esté en problemas, incluso, que vaya presa?

Daniel Angelici.

En este contexto, un sector del poder macrista vio con buenos ojos el accionar judicial. En primer lugar, comentaban en el primer piso de la Casa Rosada cerca del despacho del jefe de Gabinete, Marcos Peña, porque se trata de un gesto de la Justicia hacia la sociedad. Y además, acaso, como una muestra de cierta independencia del Poder Judicial, un tema central para el presidente, Mauricio Macri, que lo llevó incluso a prescindir de los buenos servicios de su amigo, Daniel “el Tano” Angelici”.

También, ayer en el Gobierno presagiaban que se trata de otro espaldarazo para la futura de candidata de Cambiemos en 2017: Elisa Carrió, la primera en presentar la denuncia contra CFK y sus funcionarios allá por 2008 ante el juez Julián Ercolini. Lilita se volvió a legitimar, confiaban en el PRO, y eso podría ser importante para sostener su imagen de cara a las elecciones.

Elisa Carrió.

En tercer lugar, en el ministerio de Transporte también festejaban: fue clave para la causa la denuncia que realizó el titular de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, bajo las órdenes del ministro Guillermo Dietrich, donde se detallaban los canales poco institucionales por los cuales se liberaban pagos y no se controlaba a Lázaro Báez. Incluso, Iguacel colaboró presentando informes, auditorías y hasta testigos, es decir, empleados del área de obras públicas para que atestigüen contra CFK y sus funcionarios.

Las consecuencias que quiere evitar el Gobierno

Pero no todo es alegría en el Gobierno. El “ala política” del macrismo viene advirtiendo de dos consecuencias no deseadas si la figura de CFK se ve jaqueada.

Cristina Fernández.

Que las causas en contra de la ex presidenta la victimicen y que, producto de ello, se potencie su figura. A diferencia de otros dirigentes, en el Gobierno aseguran que Cristina mantiene cierta base electoral, cercana al 25%, en la Provincia de Buenos Aires. Y que, a pesar de que su imagen negativa hoy es mayor a la positiva, su caudal electoral puede ser importante en el territorio bonaerense.

Atado a esto, la segunda consecuencia: hoy para Cambiemos la ex mandataria es la figura disruptiva que provoca la división del PJ, una clave para que el oficialismo pueda generar una victoria electoral el año que viene.  Si Cristina se diluye, plantea el “ala política”, también puede provocar la unión del peronismo. La primera muestra de esto ya la saboreó la Casa Rosada: la media sanción de Ganancias, donde todo el PJ trabajó junto en Diputados.