por Rafael Saralegui
13 Enero de 2016 21:45El fantasma de la DEA, la poderosa y controvertida agencia antinarcóticos estadounidense, sobrevuela detrás de la anunciada y eventual entrega de Ibar Esteban Pérez Corradi, acusado de ser el autor ideológico del triple crimen de General Rodríguez por la cual fueron condenados los evadidos -ya recapturados- de la cárcel de General Rodríguez.
Pérez Corradi está prófugo desde hace 44 meses y hay quienes dicen que si no fue atrapado hasta ahora no es sólo porque hubo desidia por parte de las autoridades del gobierno anterior, sino también porque habría contado con protección política. Y ahí vuela también el fantasma de Aníbal Fernández, a quien Martín Lanatta involucró en el tráfico de efedrina y con el triple crimen.
Pero también hay quienes agitan el fantasma de la DEA. La tesis es la siguiente: Pérez Corradi sería un protegido de la agencia antidrogas norteamericana y habría colaborado con el organismo -quizás con datos sobre el tráfico de efedrina hacia México y Estados Unidos desde la Argentina- por lo cual hasta ahora nunca fue arrestado.
También hay quienes sostienen que su eventual entrega anunciada hoy por sus abogados podría ser parte de una operación, para volver a vincular a Aníbal Fernández con el triple crimen y el tráfico de efedrina. En este caso, la tesis sería: Pérez Corradi se entrega y prende el ventilador, no sólo para hablar de Aníbal Fernández sino para referirse también a los aportes de droguerías y laboratorios a la campaña presidencial de la fórmula Cristina Kirchner y Julio Cobos en 2007.
Esa eventual declaración de Pérez Corradi sería gloriosa para el nuevo gobierno, que ha dicho que la lucha contra el narcotráfico será una de sus banderas. El presidente Macri y la gobernadora Vidal prometieron que después de la captura de los evadidos seguirían hacia arriba para buscar eventuales responsabilidades políticas.
Lanatta tiene que volver a declarar ante la jueza federal María Servini de Cubría en febrero, luego de haberlo hecho una vez el año pasado. Esa declaración fue similar a la que había hecho en la entrevista televisiva con Jorge Lanata, pero no aportó elementos para corroborar sus dichos de manera fehaciente.
Si Pérez Corradi decidiera entregarse y acusara a Fernández, al menos serían dos testimonios contra el jefe de Gabinete. En la causa de Servini de Cubría está procesado el ex titular de la Sedronar, José Granero, imputado de haber autorizado el ingreso de toneladas de cocaína. También fueron procesados los hermanos Zacarías ex funcionarios del gobierno kirchnerista.
Fernández negó haber tenido contactos con Martín Lanatta, pese a que los dos son de la zona de Quilmes. Y sostuvo que todo fue un invento. Sin embargo, durante el juicio por el triple crimen declaró José Luis Salerno -un ex policía socio de una de las víctimas del triple crimen- y dijo que Pérez Corradi aseguraba que tenía banca en las fuerzas de seguridad y en altas esferas de la política. Y apuntó a Aníbal Fernández también.
Otros conocedores de la trama sostienen que Pérez Corradi no se entregará nunca, porque corre el riesgo de pasar una larga temporada en prisión: en la causa del triple crimen tiene un pedido de captura formal impulsado por el fiscal Juan Bidone. Y aseguran que las declaraciones de los abogados del prófugo -por quien la provincia de Buenos Aires ofreció ayer una recompensa de dos millones de pesos- son nada más que puras cortinas de humo.