Tras cinco años de vigencia, este domingo 22 de diciembre finalizó el Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAÍS), creado por el gobierno de Alberto Fernández el 23 de diciembre de 2019 como una medida "temporal" para desalentar la demanda de divisas. Su caducidad fue respetada por el actual presidente, Javier Milei, quien decidió no renovarlo, dejando sin efecto el gravamen a partir de este lunes 23 de diciembre.
El Impuesto PAÍS, instituido mediante la Ley 27.541, inicialmente gravó con un 30% la compra de dólar ahorro y de bienes y servicios adquiridos en el exterior. En 2023, su aplicación se amplió con un 7,5% sobre importaciones -excepto productos de la canasta básica e insumos para determinadas obras públicas- y servicios de fletes, además de ciertos pagos por servicios informáticos, de mantenimiento y asesoramiento profesional, en los cuales la alícuota era del 25%.
El tributo sirvió como complemento del cepo cambiario, imponiendo restricciones adicionales para el acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). Sin embargo, su aplicación efectiva comenzó a diluirse hacia fines de noviembre de este año, cuando se dejó de cobrar el 95% de su monto a cuenta para importaciones. Esta medida anticipó en la práctica el impacto de su desaparición formal. Con la eliminación del impuesto, se espera una baja en los costos de productos y servicios importados. No obstante, analistas advierten que el impacto será heterogéneo y dependerá de las cadenas de valor.
Mientras que consultoras como LCG anticipan un efecto más visible en la inflación mayorista, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) estima que los precios minoristas podrían mantenerse sin cambios en ciertos rubros, debido a la intención de los empresarios de recuperar márgenes tras un año de alta inflación y baja rentabilidad. En los supermercados, la rebaja de la alícuota del 17,5% al 7,5% aplicada en septiembre generó bajas puntuales de entre el 2,4% y el 10% en productos importados, aunque estas reducciones aún son incipientes y están condicionadas por la reposición de mercadería.
Compras en el exterior y servicios digitales
Uno de los cambios más notorios es la rebaja en el costo del dólar tarjeta, que pasará de $1.670 a $1.355 con la eliminación del 30% del Impuesto PAÍS. Este ajuste abaratará las compras en plataformas internacionales como Amazon y los consumos de servicios de streaming como Netflix y Spotify. Además, los consumos realizados con tarjeta de crédito que se liquiden después del 23 de diciembre ya no incluirán este tributo. El Impuesto PAÍS representó un componente creciente de la recaudación fiscal. En sus primeros años aportó un 2% de los ingresos totales, pero esta participación creció al 5,1% en 2024.
Su recaudación acumulada en el último año fiscal alcanzó los $6,1 billones, equivalente al 1,2% del PBI. La desaparición de este tributo obliga al Gobierno a encontrar fuentes alternativas de ingresos o realizar ajustes en el gasto público. Para economistas de la Fundación Libertad y Progreso, la eliminación del Impuesto PAÍS es un paso hacia una economía menos distorsiva. Argumentan que, en un contexto de menor inflación, la pérdida de recaudación podría ser compensada por ingresos derivados de impuestos como el IVA y Ganancias. Con este cambio, el Gobierno busca estimular el consumo y aliviar las restricciones sobre el comercio internacional. Sin embargo, el impacto real dependerá de la capacidad de los diferentes sectores para adaptarse y trasladar estas mejoras a los consumidores finales.