La visita de Alberto Fernández al Papa Francisco fue, sin lugar a dudas, una de las citas más relevantes de su primera gira europea como presidente. La expectativa principal radicaba en la posible reacción del Vaticano frente pública y contundente posición del presidente en favor del tratamiento y la aprobación de la Ley de Legalización del aborto que, tal como anticipó BigBang, será tratada este año en el Congreso y recibirá un fuerte respaldo, en especial por parte del bloque oficialista. El tema no sólo no fue abordado, sino que el presidente se vio obligado a ratificar su posición: "Mi intención no es abrir una brecha, sino darle a la mujer que quiera abortar la posibilidad de que lo haga legalmente y también ayudar a las que quieran tener a sus hijos".
En caso de avanzar y de aprobarse, la Ley será una de las más importantes de la administración de Fernández. Sin embargo, recién será tratada en el Congreso en el segundo semestre. "Desde un principio quedó en claro que se le iba a dar prioridad, pero que había que resolver otras leyes más urgentes de cara a la coyuntura económica que atraviesa el país", advierten desde la mesa chica del albertismo.
En efecto, pese a la convocatoria a sesiones extraordinarias, el pliego llegará después de que se traten otros proyectos, como la Reforma Judicial y la creación del Consejo Económico. "No se van a llegar a tratar en febrero, así que serán de las primeras leyes que se debatirán en sesiones ordinarias", precisan.
Sin embargo, el presidente y su equipo ya trabajan en el discurso que dará en el Congreso, de cara a su primera apertura de sesiones ordinarias. "La legalización del aborto va a ser uno de los anuncios en los que se hará hincapié. Se va a apelar a la proximidad del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, y va a estar en línea con la instrumentación de las políticas de género que llevará adelante Elizabeth Gómez Alcorta", anticipan.
La Legalización del Aborto y la orden que dio Alberto antes de su asunción: "Sale sí o sí"
"La ley sale sí o sí". Esa fue la contundente directiva que Fernández le dio a su equipo después de las elecciones de octubre en las que se impuso por una diferencia de ocho puntos ante su principal rival, Mauricio Macri. Durante la campaña, el tema estuvo en agenda tanto en on, como en off. Desde el denominado "albertismo" anticipaban con cierta cautela que el proyecto no sería una de las prioridades legislativas, aunque estaría en agenda y con un contundente apoyo por parte del Ejecutivo. Delante de las cámaras, el por entonces candidato por el Frente de Todos hacía lo propio: "Con la legalización del aborto le vamos a dar seguridad a las mujeres pobres".Con la legalización del aborto le vamos a dar seguridad a las mujeres pobres"
Horas después del festejo por la victoria electoral en primera vuelta, el presidente ratificó su compromiso ya como presidente electo: "A lo largo de toda la campaña le pedí a la Argentina que deje de ser hipócrita y deje de penar el aborto, entender que es parte de la hipocresía argentina que condena a la mujer sin recursos a tener que recurrir a realizarse el aborto en condiciones malas de asepsia".
La aprobación o no del proyecto de ley contará con el apoyo de Alberto, pero también se verá reforzada por la nueva composición de las cámaras. En efecto, el salto mayor se dio en la Cámara Baja, en la que los "verdes" superan por 16 votos a los "celestes". En el Senado, en cambio, la votación será más pareja.
Los números son categóricos. En diciembre, 114 diputados se sentarán con una posición pública a favor de la legalización del aborto: ya sea porque anticiparon su postura o porque fueron parte de los que el año pasado votaron a favor del proyecto. La "banca celeste" es de 98 y se suman 45 "indefinidos". Serán ellos los que inclinarán la balanza. Las últimas elecciones fueron clave a la hora de modificar la estructura: se sumaron seis bancas a favor, se perdieron cinco indefinidas y una anti legalización.
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En el Senado, la balanza sigue a favor de los "celestes", quienes cuentan con 35 bancas, mientras que las que están a favor de la legalización son 32. Hay cinco indefinidos, que serán claves a la hora de sacar o no el proyecto adelante, siempre teniendo en cuenta que Diputados le diera de nuevo una media sanción. El fantasma de la vigilia que comenzó el histórico 8 de agosto (#8A) todavía sigue latente. Esa madrugada, la Cámara Alta rechazó la media sanción: fueron 38 votos negativos, 31 positivos, dos abstenciones (las de Omar Perotti y Lucila Crexell) y la llamativa ausencia de María Eugenia Catalfamo, quien días antes había anticipado su voto positivo.
Para repetir ese escenario, los "celestes" deberían captar dos de los cinco votos indecisos. ¿El motivo? En caso de que la votación alcance un empate de 36 a 36, la decisión quedará en las manos de Cristina Kirchner, quien preside la Cámara Alta y ya acompañó el proyecto como diputada en el 2018.
La reconversión de Cristina Kirchner y la importancia de su voto para la legalización del aborto
Es cierto: Cristina Kirchner no acompañó el debate por la legalización del aborto durante sus dos mandatos presidenciales. Sin embargo, la posición de la actual vicepresidenta cambió luego de dejar el sillón de Rivadavia y quedó plasmada el año pasado cuando expresó su voto afirmativo desde su banca en el Senado. Habían pasado sólo cinco minutos de la una de la madrugada cuando le tocó dar su discurso:
"Vamos a acompañar esta media sanción. Siempre he votado por la vida y he gobernado por y para la vida". "Defiendo la vida cada vez que voto en contra de las políticas económicas que significan que la gente esté peor, he votado aquí siempre por la vida, cada vez que me he opuesto a políticas de restricción social, de desconocimiento y precarización de derechos".Precarizar derechos es votar contra la vida"
"Los pibes, una vez más, advierten el cambio de época y demandan ser escuchados. Si quieren saber quiénes me hicieron cambiar de opinión, fueron las miles y miles de chicas que se volcaron a la calle". "Verlas abordar la cuestión feminista, verlas criticar, pero también describir la realidad de una sociedad patriarcal nos debe colocar a todos en un lugar distinto". "No es fácil abordar un tema de esta naturaleza, pero es obligación hacerlo a partir de la comprensión, más allá de nuestras creencias y convicciones". "Estamos rechazando sin proponer nada alternativo, la situación va a seguir siendo la misma".No es una cuestión de convicciones, sino de dar respuestas a un problema que existe"
"Si tuviera la certeza de que votando negativamente no habría más abortos en la Argentina, no tendría ninguna duda en levantar la mano" "El problema es que este cuerpo hoy va a rechazar lo que viene como media sanción y van a seguir produciéndose abortos. No es una cuestión de convicciones, sino de dar respuestas a un problema que existe". "Con todas las convicciones de cada uno, pongámonos a pensar si realmente es justo que en una sociedad que ha adquirido este nivel de movilización y de comprensión le sigamos imponiendo unos la conducta a los otros".