Satisfecho por un desenlace que le permite ganar algo de tiempo, Mauricio Macri ordenó poner en marcha el operativo seducción dirigido hacia el massismo y otras fuerzas políticas opositoras de cara al próximo miércoles, cuando se tratará la ley anti despidos que ayer impulsó sin éxito el kirchnerismo.
El Gobierno busca tender puentes con el massismo
En el Gobierno entienden que es el momento para dar el “golpe” final a un bloque del Frente Para la Victoria golpeado debido a que no logró reunir los 129 diputados necesarios para sesionar. En ese sentido, el macrismo promete garantizarle a Sergio Massa que su proyecto sobre beneficios impositivos a las Pymes tendrá un lugar considerable en el debate.
El oficialismo entiende que la postura de Massa de no acompañar al kirchnerismo fue clave para que el proyecto no fuera tratado ayer. Sin embargo, saben que la iniciativa de Massa para que las pymes incorporen jóvenes sin experiencia laboral y personas mayores a 50 años es una solicitud difícil de conceder y sobre la que deberán dialogar.
Massa, el árbitro de la sesión que tendrá lugar el próximo miércoles.
Paralelamente, el operativo de seducción de opositores continuó con los gobernadores provinciales. Ayer el ministro del Interior Rogelio Frigerio firmó en Casa Rosada un convenio para construir viviendas con la gobernadora de Santiago del Estero, Claudia Ledesma Abdala. Más tarde estuvo en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, por el mismo motivo y con el gobernador Gustavo Bordet.
Frigerio, con la misión de seducir a los gobernadores con una propuesta superadora.
El próximo miércoles, Frigerio se reunirá en Córdoba con los gobernadores para tratar el tema de la devolución de la coparticipación. El ministro llevará una oferta superadora que podría entregar el 6 por ciento de lo adeudado en el primer año y de esta forma calmar las aguas de una relación que hasta el momento fue tormentosa. De estas negociaciones dependerá la suerte del Gobierno en la Cámara de diputados el próximo miércoles.