14 Febrero de 2018 06:30
En medio de su pelea con Hugo Moyano, el Gobierno inició las auditorías a los gremios como una forma de colocar presión sobre los líderes sindicales y dejar aún más aislado al ex titular de la CGT quien se movilizará el 21 de febrero.
El Gobierno tensa su pelea con Hugo Moyano.
Entre los sindicatos apuntados se encuentra Camioneros, el cual fue advertido por el Ministerio de Trabajo ante la falta de información para avanzar con el análisis de las memorias, balances y movimientos de fondos con la obra social.
En esta primera ronda de auditorías entraron 80 sindicatos, entre los que se destacan aquellos que estaban en falta con algún requerimiento del Ministerio y los enfrentados al Gobierno.
El Gobierno presiona a Moyano antes de la movilización.
El incumplimiento de la entrega de información contempla desde sanciones económicas hasta la suspensión y la pérdida de la personería, de acuerdo con la Ley de Asociaciones Sindicales.
A su vez, según consignó Clarín, la etapa de las inspecciones físicas se puso en marcha el pasado jueves con la Federación de Educadores Bonaerenses, conducida por Mirta Petrocini, una de las dirigentes duras en la paritaria docente. Suteba, de Roberto Baradel, está en la lista para la inspección, aunque una vez que transcurran las negociaciones que arrancan formalmente mañana. La inspección física a Camioneros no será antes de la marcha del 21, confirmaron en Trabajo.
El análisis incluye memoria y balances contables, cruces de información con la AFIP, chequeos para constatar que los números coincidan con las actividades financieras y operativas de los gremios, listado de afiliados y autoridades. Otra lupa se posa sobre las obras sociales y los giros entre éstas y los sindicatos.
Actualmente trabajan en esta área seis contadores que finalizarán las auditorías de entre 20 y 30 gremios por mes. En caso de encontrar irregularidades, la cartera de Trabajo las remitirá a la AFIP o la Unidad de Información Financiera (UIF), que ya entregó a la Justicia reportes de operaciones sospechosas entre Camioneros, OCA -la empresa en manos de Patricio Farcuh y vinculada a Moyano- y firmas manejadas por su mujer, Liliana Zulet.
