El Gobierno decidió dar marcha atrás en el nombramiento de Alejandro Colombo como delegado de la Agencia Federal de Inteligencia en Roma luego de que surgieran versiones acerca de un supuesto descontento del Papa con su designación. La información fue confirmada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El jefe de Gabinete confirmó la decisión de no enviar a Colombo a Roma.
Colombo es un ex agente de la SIDE que trabajó en inteligencia durante los años 90, tiempos en los que la relación entre el país y el Vaticano estaba marcada por Esteban “Cacho” Caselli, ex embajador ante la Santa Sede. Ese apellido habría provocado el rechazo del Sumo Pontífice.
El funcionario también se refirió a la polémica en torno al rechazo del Papa Francisco a las $16 millones que Mauricio Macri donó para la fundación Scholas Ocurrentes y aseguró que “ellos nos pidieron el aporte”.
En ese sentido explicó que la organización que promueve la integración escolar de millones de niños alrededor del mundo pidió formalmente por carta una ayuda financiera al Poder Ejecutivo pese a que una vez enviado el dinero, el mismo fue rechazado.
El funcionario dijo que enviaron el dinero por el pedido del Vaticano.
"Ellos nos pidieron un aporte para fortalecer la organización. Un aporte para poder funcionar. Fue con una carta formal explicando rubro por rubro para qué querían ese dinero. Por eso nos parece importante contar los hechos", aseguró Peña en diálogo con radio La Red.
En concreto, Scholas rechazó una donación de $16 millones enviada por el gobierno argentino a través de un decreto presidencial. La decisión se realizó por expreso pedido del Papa y alimentó las versiones de una supuesta tensa relación entre ambos.
"Acá lo más importante es desdramatizar algo que parece un gran hecho en la relación entre ellos dos (por Francisco y el papa Francisco). Es una diferencia que se ha planteado sobre la mejor manera de financiera este proyecto", agregó el funcionario.
Peña se refirió a las polémicas en torno al vínculo entre Macri y el Papa.
Por último Peña admitió que quizás aún el gobierno debe buscarle "el ritmo y el espacio" a la relación entre Cambiemos y el Vaticano que ha sufrido "malos entendidos" o "gestos" que a veces se interpretan en clave argentina y no como de un líder mundial como es el Santo Padre.