20 Marzo de 2018 17:40
El nombre de Alfredo Astiz, uno de los símbolos de la última dictadura militar en el país y condenado a cadena perpetua por los crímenes de lesa humanidad en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), apareció junto a los de otros numerosos genocidas en un informe que el Servicio Penitenciario Federal (SPF) elevó al Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carcelarias con la nómina de reclusos que a su juicio están en condiciones de cumplir arresto domiciliario o de salir en libertad condicional o prisión domiciliaria.
Alfredo Astiz, condenado a perpetua por los crímenes de lesa humanidad en la ESMA.
La lista elaborada por el SPF -la cual recibió el nombre de “Internos que se encontrarían en condiciones de acceder a medidas alternativas de prisión”- señala que al menos 1.400 presos estarían en condiciones de acceder a la libertad condicional o prisión domiciliaria, entre los cuales se encuentra el nombre del bautizado “Ángel Rubio” o “Ángel de la muerte”.
Los reclusos en total que son nombrados en este informe son 1.436 y el nombre de Astiz se halla en el apartado de “internos con enfermedades oncológicas”, según informó Infobae. El genocida, que se encuentra detenido en el penal de Ezeiza por dos condenas a perpetua- tiene 67 años y padece cáncer de próstata, por lo que podría beneficiarse de un arresto domiciliario.
El represor está detenido desde el 20 de diciembre de 2007. Fue condenado por el Tribunal Oral Federal 5 tras ser hallado culpable por delitos de lesa humanidad. Sin embargo, según el informe del SPF, Astiz está en condiciones de abandonar su lugar en la cárcel de Ezeiza el 7 de abril de 2023, para así lograr la libertad total cinco años después.
Alfredo Astiz fue asignado a la ESMA, donde se organizó un centro clandestino de detención.
Astiz integró el grupo de tareas de la ESMA - el mayor centro clandestino de detención de la última dictadura militar- y fue responsable de secuestros como los de Dagmar Hagelin, la del periodista y escritor Rodolfo Walsh, y de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, en 1977. Por este último caso, el genocida fue condenado a perpetua en Francia.
Sin embargo, a la hora de ser condenado en el país europeo todavía en la Argentina regían las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. De esta manera, el represor sería inmediatamente detenido solo si salía del país. Estas mismas leyes que lo beneficiaban fueron anuladas en 2003, reactivando las causas en su contra y su posterior condena.
En 2017, la Cámara de Casación rechazó aplicar el 2 x 1 a Alfredo Astiz y a otros ocho conocidos represores.
En el polémico listado elaborado por el SPF con 1.400 presos que estarían en condiciones de acceder a la libertad condicional o prisión domiciliaria, también figuran los represores Jorge "Tigre" Acosta y Julio "el Turco Julián" Simón; el integrante de la banda de los Puccio, Guillermo Fernández Laborda, y condenados por homicidio, violación y robo.
