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El Gobierno le ofreció agua a Uruguay pero Lacalle Pou informó que “hará saber” cuando la necesite

La crisis hídrica en Montevideo y sus alrededores está en un punto crítico.

07 Julio de 2023 17:57
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El gobierno de Alberto Fernández ofreció a la República Oriental del Uruguay, con una nota enviada el martes 4 de julio a la Cancillería uruguaya, la posibilidad de poner a disposición una planta potabilizadora móvil con una producción de 1700 sachets de medio litro por hora y el desplazamiento de operarios para desarrollar la producción.

 

A ello se suma el envío de un Buque de la Armada Argentina del tipo "Aviso", con cisterna de 300 toneladas de capacidad de agua provista por AYSA. El ofrecimiento está destinado a dar respuesta a las poblaciones vulnerables afectadas por la crisis hídrica, centrada en la ciudad de Montevideo y la zona Metropolitana.

 

La Cancillería uruguaya a través de un escrito afirmó: "Al tiempo de agradecer y aceptar dicho ofrecimiento, hace saber que, en razón de la dinámica de la situación bajo permanente evaluación, hará conocer la oportunidad del mismo". En resumen, el presidente Luis Lacalle Pou agradeció a Alberto la ayuda ofrecida por el Gobierno argentino, y si bien no la rechazó, respondió que por el momento no la va a utilizar.

Con cierto orgullo y mientras los uruguayos lo tildan de “soberbio” en redes sociales, Lacalle Pou no respondió en qué momento podría necesitar la ayuda argentina. Lo llamativo es que la respuesta se da en un momento muy complicado para Montevideo y sus alrededores. Es que aunque llovió, la represa no pudo llenarse y la situación es crítica.

Con lo último que queda de sus reservas de agua dulce, las autoridades estiman que dejará de salir agua de las canillas en menos de una semana. Hasta ahora, la represa de Paso Severino, la principal fuente de agua dulce para Montevideo y sus alrededores, está en las últimas: de una capacidad de 67 millones de metros cúbicos, solo queda el 1,7% de su volumen.

 

Según el Gobierno uruguayo, del consumo diario, un tercio corresponde a esa reserva de agua. En tanto, los otros dos tercios son extraídos del Río de la Plata, que tiene altos índices de sal. Por ese motivo, en la actualidad, la mezcla de agua que sale de las canillas de cada hogar de Montevideo tiene un gusto muy salado y no es potable. Pero todo podría cambiar en pocos días.

Hasta ahora, lo único que hizo el gobierno uruguayo fue, en primer lugar, apurar las obras en Paso Belastiquí, con el proyecto de llevar agua dulce desde el río San José hasta el Santa Lucía. Con ello, aumentaría el caudal de agua bombeado por Obras Sanitarias a los hogares. En segundo lugar, rezaron para que llegaran las lluvias. Aunque se desataron algunas tormentas, el agua no fue suficiente.

 

La emergencia hídrica fue decretada por Lacalle Pou el 19 de junio. Así se anunciaron las medidas que se adelantaron. Mientras adelantaron la construcción de un embalse en un mes, las seis empresas a cargo confirmaron que se harán recién en dos meses. Además, el presidente uruguayo promovió la exoneración de impuestos al agua embotellada, que estaba gravada con un 22% de IVA y un 10,5% del Impuesto Específico Interno (Imesi).

Tras negarse a aceptar la ayuda del Estado argentino, cientos de ciudadanos uruguayos les dedicaron mensajes a Lacalle Pou como “La SOBERBIA jamás fue buena consejera. Ser humilde = No lo sé todo y NO LO PUEDO SOLO”; “Pero a muchos nos serviría y mucho (si se importa agua embotellada y a buenos precios)”; “Che, si el no la va a utilizar que la deje pasar que acá viene bárbaro”; “Pone su ego por encima de los intereses de la gente. Prefiere seguir dándonos agua de OSE no potable y cobrándola como si lo fuera”; y “el gallito Luis”, entre muchos otros.

 

 

 

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