03 Febrero de 2025 15:59
Apenas días después de la multitudinaria Marcha del Orgullo LGBT Antifascista y Antirracista, en la que más de 80 mil personas se manifestaron contra los dichos del presidente Javier Milei en el Foro de Davos, el Gobierno desestimó el impacto de la protesta y ratificó su intención de eliminar la figura de femicidio del Código Penal. Fuentes cercanas al despacho presidencial aseguraron que la movilización fue "irrelevante" y de menor magnitud de lo esperado. "La marcha fue irrelevante. Está bien que movilicen si así lo consideran, pero la verdad es que fue más chica de lo que se esperaba", sostuvieron en la Casa Rosada.
Además, en diálogo con la agencia Noticias Argentinas, alertaron a los sectores opositores que se sumaron al reclamo, en una clara advertencia política. Desde el Ejecutivo insisten en que los manifestantes malinterpretaron el discurso del Presidente y apuntaron contra los dirigentes que cuestionaron sus declaraciones. Entre ellos, señalaron al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien criticó la comparación de Milei entre homosexuales y pedófilos.
Macri es uno de los referentes del PRO que marca diferencias con el oficialismo y a quien La Libertad Avanza busca desbancar en la Ciudad de Buenos Aires. Más allá de la protesta y las críticas, el Gobierno confirmó que continuará con su agenda "antifeminista", que incluye el fin de lo que definen como "discriminación positiva". Dentro de ese paquete de medidas, avanzarán con la eliminación de la figura de femicidio en el Código Penal, asegurando que la reforma no implicará la liberación de condenados.
Según esbozaron, los convocantes malinterpretaron el discurso del mandatario, lo que genera que el libertario continúe aclarando sus palabras. "La idea es solo eliminar la distinción. No somos tontos, estamos trabajando para que ningún preso sea liberado y poder mantener las penas para los homicidios tanto contra mujeres como contra los hombres, teniendo en cuenta los agravantes", afirmó una fuente con acceso al Ministerio de Justicia, a cargo de Mariano Cúneo Libarona.
El anuncio refuerza el giro del Gobierno en su política de derechos humanos y género, en línea con su discurso de campaña. Mientras el oficialismo avanza con su reforma, las organizaciones feministas y de la diversidad advierten que la eliminación de la figura de femicidio diluiría la respuesta estatal ante los crímenes de violencia de género. La tensión entre el Gobierno y los movimientos sociales crece, y la Marcha del Orgullo, lejos de ser irrelevante, parece haber marcado el inicio de un nuevo frente de conflicto.