“Mauricio Macri está detrás de lo que pasó”. Esas fueron las palabras con las que Cristina Kirchner responsabilizó al Gobierno nacional del violento escrache que sufrió en la madrugada del sábado junto a Alicia Kirchner. La gobernadora santacruceña coincidió con su cuñada y sumó: “Quieren mi cabeza para la campaña”. Tras la acusación, desde Cambiemos piden que se “presenten las pruebas en la Justicia”.
El ministro del Interior le pidió a la gobernadora que presente pruebas.
El primero en desvincularse fue el propio Macri. En la mañana del sábado, durante el timbreo que protagonizó junto a María Eugenia Vidal en Lobos, el presidente publicó un mensaje en Twitter en el que repudió los incidentes que habían tenido lugar horas antes en la entrada de la residencia oficial de la gobernadora.
“Muy grave el ataque a la residencia de la gobernadora Kirchner. Repudiamos la violencia como método, siempre”, fue el mensaje presidencial, que no hizo más que enardecer al riñón kirchnerista. Máximo lo acusó de “cínico” e “hipócrita”, mientras que la ex presidenta compartió un video en el que lo señaló como el autor intelectual del ataque.
La insistencia de la acusación kirchnerista hizo que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, saliera al cruce y reclamara la formalización de la denuncia. “Sería bueno que si la gobernadora tiene pruebas, las presente en la Justicia porque es grave. Tan grave, que el propio presidente salió a condenar la violencia”, advirtió en diálogo con radio Mitre.
Alicia Kirchner denunció: "Quieren mi cabeza para la campaña".
Luego de descartar una eventual intervención provincial, Frigerio se refirió a los problemas que atraviesa Santa Cruz que, según la gobernadora, se deben a la falta de ayuda financiera por parte del Gobierno nacional. "En menos de cuatro meses ya le mandamos 1500 millones de pesos en anticipos financieros".
La Policía reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma.
“La responsabilidad es de los que gobiernan la provincia hace un cuarto de siglo, de gobernadores que no han podido solucionar ningún problema, sino que permanentemente los han agravado. La situación viene empeorando desde hace por lo menos seis años. En 2007 tenía equilibrio fiscal y diez años después déficit, culpa de una pésima administración”, denunció.
Las cifras extraoficiales hablan de 14 heridos.
Según los datos que maneja el Gobierno, la provincia tiene 115 empleados públicos por cada mil habitantes. “El promedio en el resto es de 51”, señaló el ministro, y sumó: “Es cierto que heredó una situación tremendamente compleja, es difícil para su administración despegarse desde esta realidad porque hace como 25 años que esta provincia está gobernada por la misma familia”.
El Gobierno advirtió que en los últimos cuatro meses le envió a la provincia 1.500 millones.
Pese a las críticas, Frigerio se comprometió a fortalecer la ayuda. “Queremos que en Santa Cruz haya paz social y que se ponga de pie. Los vamos a apoyar. No hacemos diferencia de colores partidarios. Cuando asistimos a una provincia no asistimos a una gobernación, asistimos a la gente”, remató.