Luego de la renuncia de Martín Lousteau a su puesto como embajador argentino en Estados Unidos, vuelve a ponerse en agenda un tema que sobrevuela a esa sede diplomática desde la llegada de Mauricio Macri al gobierno.
La residencia del embajador en Estados Unidos, cerca de ser vendida.
Concretamente, se trata de los rumores de venta del edificio que funciona como residencia del representante diplomático en Washington.
"Estamos evaluando el caso, el mantenimiento es varias veces millonario en dólares, es una casa que tiene protección histórica que tiene una serie de requisitos. Nos cuesta mucho dentro de nuestro presupuesto", admitió hoy Susana Malcorra en declaraciones radiales.
Venta inminente
Sin embargo, aunque la canciller no lo de por hecho del todo, el proceso de venta ya se puso en marcha y comenzó en septiembre del año pasado cuando el gobierno nacional autorizó a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) a poner en venta 33 propiedades, tres de las cuales son edificios diplomáticos ubicados en Washington.
La resolución del Boletín Oficial que autoriza la venta de los inmuebles.
Mientras tanto, con fecha del 23 de septiembre del 2016, la web de la embajada argentina en Estados Unidos publicó una búsqueda laboral apuntada a la contratación de un broker inmobiliario para el "asesoramiento del procedimiento de enajenación aplicable y el desarrollo de gestión de venta de los inmuebles propiedad de la República Argentina citos en 1815 Q Street Northwest, 1811 Q Street Northwest, 2136 R Street Northwest y Corcoran Streen Northwest, Washington DC".
El aviso en la web de la embajada solicitando un broker.
Las valuaciones, por supuesto, son millonarias: el inmueble ubicado en R Street, por ejemplo, figura en la web Realtor.com con un valor tentativo de más de 2.300.000 de dólares.
Pérdidas millonarias
La razón principal detrás de la venta de la residencia diplomática son sus serios problemas edilicios, que determinan que no pueda ser utilizada como vivienda. A pesar de eso, el Estado argentino aún paga 60 mil dólares anuales de impuestos y mantenimiento, a lo cual se suman los 135 mil dólares de alquiler por la casa que efectivamente ocupa el embajador.
La escalera de la residencia evidencia los años de abandono (Foto: La Nación)
Poco tiempo después de asumir su puesto, el ex embajador Lousteau le reveló a Clarín que encontró las propiedades argentinas en Washington "en estado calamitoso” y que la cifra que se perdía por su mantenimiento era de alrededor de 7 millones de dólares.
El último embajador que habitó la residencia oficial fue Héctor Timerman en 2010. Luego, el edificio fue abandonado a causa del deterioro estructural y por la detección de la presencia de compuestos tóxicos de amoníaco en las paredes. Volver a ponerlo en condiciones demandaría una inversión de cerca de 3 millones de dólares.
Los pisos de la casa están resquebrajados (Foto: La Nación).
Según informa el diario La Nación, la Agencia de Administración de Bienes del Estado venderá la residencia a través de una subasta pública que aún no tiene fecha definida.