El Gobierno lleva adelante un plan para ampliar la Asignación Universal por Hijo (AUH), el programa de asistencia social impulsado durante el kirchnerismo que depende de la ANSES. El objetivo es intensificar los operativos en las zonas más humildes del país para relevar datos de quienes no la reciben y se encuentran en condiciones de ser beneficiarios.
La primera etapa del plan se empezó a concretar durante 2016. Durante todo el año se llevaron a cabo una serie de relevamientos en distintos barrios, principalmente del Gran Buenos Aires -pero también en el resto de país- con el objetivo de difundir el programa entre aquellas familias que aún no son beneficiarias.
La ANSES busca sumar a más de un millón de personas a la AUH.
Semanas atrás, el titular de la ANSES, Emilio Basavilvaso, y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, mantuvieron un encuentro en el que acordaron continuar con el trabajo diario mediante “operativos territoriales” para “llegar a los grupos más vulnerables”.
En la actualidad, la AUH la reciben 3.749.213 familias. Sin embargo, en el Gobierno apuestan a incrementar esa cifra. El dato no es menor, sobre todo si se tiene en cuenta que según datos del Indec de marzo pasado, la pobreza se mantuvo por encima del 30 por ciento. Años atrás, la ONU había destacado la importancia de la AUH como puntapié inicial para la reducción de la pobreza infantil.
BigBang supo que el objetivo está puesto en que se amplíe el plan, no en monto que se percibe, sino en cantidad de personas. A través de los operativos en los barrios que se hicieron hasta ahora, el Gobierno logró incorporar a unos 545.300 chicos al programa de asistencia social. El foco está puesto en incluir a quienes tienen derecho a cobrarla y que por razones de desconocimiento o imposibilidad para realizar ciertos trámites, aún no se inscribieron para cobrarla.
Desde marzo, se cobra $1.246 por cada asignación.
Además de recorridas en barrios y zonas carenciadas, la ANSES trabaja con registros civiles de todo el país para relevar los datos. Creen que en total podría haber cerca de un millón de potenciales beneficiarios de la AUH que aún no perciben el beneficio. En total, sumar a esos chicos podría representar más de $1.200.000.000.
El plan de ampliación que lleva adelante el Gobierno no es nuevo. De hecho, en 2016 el Gobierno decidió sumar a los monotributistas entre los beneficiarios del subsidio. La medida representó que un millón y medio más de chicos percibieran la AUH.
Según datos oficiales, la asignación la perciben 3.749.213 de familias.
Desde el último aumento en marzo pasado cada asignación representa unos $1.246 por mes. Sin embargo, sólo se cobra el 80 por ciento, mientras que a fin de año, una vez presentados los certificados educativos y de controles de salud, se deposita el 20 por ciento restante. El plan se encuentra bajo el régimen de movilidad e incluye dos aumentos anuales: uno en marzo y el otro en septiembre.
QUÉ SE PUEDE HACER CON $1.246
Desde su lanzamiento, una de las críticas que circuló alrededor de la AUH estaba vinculada a los beneficiarios.
Sectores conservadores sugirieron que habría más embarazos con el objetivo de cobrarla. Hasta un diputado radical, Julián Dindart, fue desplazado el año pasado de la Comisión de Adolescencia luego de disparar: “Algunas se embarazan hasta porque tienen un recurso económico como premio, pero son varias las razones”.
El dirigente sindical más afin al Gobierno, Gerónimo “Momo” Venegas se mostró en línea con el pensamiento de Dindart. “Hemos visto criaturas de 10 o 11 años embarazadas solo para cobrar la asignación por nacimiento”, señaló durante una entrevista televisiva.
Sin embargo, se trata de apenas un mito. Los precios de productos básicos demuestran que sería inviable subsistir y mantener a una familia sólo con la Asignación Universal por Hijo.
BigBang comparó los valores que integran la canasta de Precios Cuidados con los $.1246 que prevé la AUH. Con esta suma sólo se podrían comprar 14 paquetes de pañales, cien paquetes de fideos o apenas diez kilos de carne picada.
La AUH alcanza, apenas para comprar un par de zapatillas de primera línea, o dos de segundas marcas; o 60 cartones de leche de un litro.