17 Junio de 2016 05:16
El Gobierno logró su cometido. Dos de las leyes más esperadas por el presidente, Mauricio Macri, se aprobaron con la ayuda del peronismo. Un anhelo que conlleva una ambición para el Gobierno: intentar establecer un esquema de alianzas con el PJ no kirchnerista que le permita destrabar leyes y sostener un nivel de gobernabilidad aceptable.
En una extensa jornada parlamentaria, se logró aprobar, en Diputados, media sanción al proyecto ómnibus de blanqueo y pago de los juicios a los jubilados; mientras que en el Senado aprobó los pliegos que designan a los dos nuevos jueces que integrarán la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
Con un amplio respaldo opositor, el oficialismo avanzó en la media sanción del proyecto para saldar las deudas con los jubilados y habilitar un nuevo blanqueo de capitales. Cambiemos contó con el respaldo de dos ex directores de la ANSES, Diego Bossio y Sergio Massa. El Frente para la Victoria volvió a votar dividido y sufrió tres bajas.
El proyecto fue aprobado con 162 votos a favor, 76 en contra y tres abstenciones. El debate se prolongó por más de 12 horas. El oficialismo no sólo contó con el apoyo del Frente Renovador y el bloque Justicialista, sino también del Partido Socialista, el GEN y Compromiso Federal.
Afirmativo. Fueron 162 votos positivos y 76 negativos. Hubo tres abstenciones.
No se trata de un dato para nada menor. Para el Gobierno, la jornada parlamentaria de ayer fue considerada un triunfo. Es que no solo lograron avanzar en el proyecto de blanqueo de capitales y pago a los jubilados, sino que además también avanzaron con los pliegos de Rosatti y Ronsekrantz en el Senado. Para ello, debieron forjar varios acuerdos con la oposición: el macrismo no tiene mayoría propia en ninguna de las cámaras.
De hecho, en muchos casos deben consensuar acuerdos y modificaciones con la oposición para que las iniciativas prosperen. En el caso del proyecto ómnibus en Diputados, fueron tanto el massismo como el bloque de Bossio los que trabajaron en las modificaciones en Comisión..
El Frente Renovador acompañó la iniciativa del Gobierno, aunque propuso modificaciones en Comisión.
El kirchnerismo volvió a marcar el pulso de una jornada más que agitada en términos judiciales y legislativos. Mientras en el Parlamento avanzaban los dos proyectos impulsados por el Ejecutivo, afuera comenzaban a conocerse detalles de las primeras horas como detenido del ex secretario de Obras Públicas, José López.
No se trata de un dato menor. Su ex jefe, el ex ministro de Planificación y actual diputado, Julio De Vido, no asistió al debate. De hecho, fue su primera ausencia al Congreso. Semanas atrás, voceros del ex funcionario habían relatado a BigBang que era “el primero y en llegar” y el “último en irse” de su despacho en el Congreso. De hecho, la escandalosa detención de López se coló entre las bancas: tres diputados K de Misiones, encabezados por el ex gobernador Maurice Closs abandonaron el bloque que preside Héctor Recalde.
LA CORTE SUPREMA TIENE DOS NUEVOS JUECES
El debate en el Senado también le dio una alegría al Gobierno. Allí, el macrismo logró aprobar los pliegos de Rosatti y Ronsenkrantz, los jueces propuestos para la Corte Suprema. Con 60 votos afirmativos y 10 negativos, Rosatti tuvo el aval para convertirse en magistrado, mientras que Ronsenkrantz contó con 58 a favor y 12 en contra.
Horacio Rosatti y Carlos Ronsenkrantz se transformaron en los nuevos jueces de la Corte.
En la Cámara alta el kirchnerismo también volvió a votar dividido. Un sector de los senadores peronistas alineado a los gobernadores provinciales acompañaron la iniciativa, tal como esperaba el Gobierno en las últimas horas. De hecho, contaron con tres votos más de los que necesitaban para que los magistrados se conviertan en jueces de la Corte.
En el Senado se repite la misma lógica de Diputados. El macrismo no cuenta con mayoría propia, por lo que los acuerdos con gobernadores en ambas cámaras se vuelven clave para avanzar en los proyectos que impulsan desde la Casa Rosada. En este caso, hubo un fuerte trabajo de la vicepresidenta Gabriela Michetti, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en las negociaciones con los dirigentes opositores.
El pliego de Ronsenkrantz, con 58 votos a favor y 12 en contra. Rosatti obtuvo 60 a favor y 10 en contra.
Cambiemos necesitaba al menos los dos tercios de los senadores presentes para avalar las designaciones enviadas al Senado por el presidente Mauricio Macri. Todo había comenzado luego de que el Gobierno intentara designar por medio de un DNU a Rosatti y Ronsekrantz en la Corte, en diciembre pasado, sin recorrer las instancias reglamentarias, lo que valió varias críticas opositoras ayer.
Entre los rechazos de los pliegos hay varias razones: el rechazo a los DNU de diciembre que luego fue enmendado por Macri, y la “cuestión de género”. Es que un grupo de senadores reclamaba que se respete el cupo femenino en el máximo tribunal de justicia, que en la actualidad cuenta sólo con Elena Highton de Nolasco.