07 Marzo de 2016 09:01
Inaugurado en 1917, el Palacio Bosch es un hito en la arquitectura nacional. Testigo trascendental de las relaciones entre los Estados Unidos y la Argentina, su historia refleja la Belle Epoque criolla y se prepara para recibir la visita de Barack Obama, quien llegará el 22.El resto de la comitiva de 850 personas que traerá al presidente norteamericano será ubicada en diversos hoteles de Buenos Aires.
El Palacio Bosch cuenta con cuatro niveles y más de 3500 metros.
El presidente de los Estados Unidos, con su estadía en la casona pasará a la historia como otro de los presidentes de Estados Unidos que estuvo en el Palacio Bosh en su paso por la Argentina. Esta mansión, que perteneció a familia del embajador Ernesto Bosch, desde 1929 es residencia de los embajadores norteamericanos. Allí también durmieron los presidentes Franklin Roosevelt, Dwight Eisenhower y George W. Bush en sus pasos por la Argentina.
El palacio se ubica en la Avenida del Libertador al 3500, y está construído en piedra París, cuenta con cuatro niveles y más de 3500 metros cuadrados de construcción. Pieza única del neoclasicismo francés, el diseñador René Sergent se inspiró en el castillo de Bénouville, en Normandía, al momento de bocetear los planos. El jardín, también en estilo francés, fue obra de Achille Dechene y Charles Thays.
La decoración fue proyectada y realizada en París por la casa Carlhian y se concibió como una síntesis de diversas referencias de los siglos XVII y XVIII. Por el año 1910, en Buenos Aires se celebraba el centenario de la independencia y Argentina integraba la lista de los diez países más ricos del mundo.
Los interiores de la casona combina estilos del clasicismo francés.
En París, Ernesto Bosch terminaba sus funciones como embajador argentino, y en pocos meses debía regresar al país para ocupar el cargo de ministro de Relaciones Exteriores en el gabinete del presidente electo, Roque Saénz Peña. Su esposa, Elisa de Alvear, sugirió que un ministro de Estado merecía tener una residencia digna de su cargo para no perder la comodidad con la que vivían en Francia. De inmediato se convocó a René Sergent, uno de los arquitectos franceses más prestigiosos de aquella época, para que desarrollará el proyecto de su nueva casa en Argentina. Así inició la construcción del Palacio Bosch, uno de los exponentes más representativos del revival del clasicismo francés, que empezó a vislumbrarse a comienzos del siglo XX.
Los interiores fueron concebidos por André Carlhian y todos los muebles y cuadros fueron traídos de Europa, mientras que el paisajismo estuvo a cargo de Achille Duchene y de Charles Thays. Por su construcción y diseño se lo considera una de las joyas arquitectónica más representativa del mundo en estilo Luis XVI.
La obra se inició en 1912 y terminó cinco años más tarde. El Palacio cuenta con salones preparados para recibir invitados: entre ellos, el comedor es uno de los ambientes más imponentes de la residencia del embajador de Estados Unidos en Argentina. Cuenta con una capacidad de 30 personas, y con una decoración elegante. Con tapizados con tonos rojizos brindan calidez a la opulencia plasmada en sus paredes.
La sala donde se realizan recepciones a las visitas ilustres.
También el music room sobre sale en su estilo. El ambiente es el de mayor opulencia del edificio. Allí se realizan las recepciones a cada vez que un visitante ilustre estadounidense que llega a Buenos Aires. En el lugar trabajan dieciocho personas, desde jardineros hasta mayordomos, que velan por el mantenimiento y la atención de los huéspedes.
LA AGENDA DE OBAMA
El presidente de los EE.UU. llegará al país el martes 22 por la noche desde Cuba, junto a una comitiva de 850 personas y tiene programada una gran lista de actividades y encuentros con el Gobierno. Desde el 23 tendrá una serie de actividades oficiales con Macri. Entre otros, se prevé que haya una reunión en la AMIA.
“Es el inicio de una relación histórica”, definen en la Casa Rosada y se apunta a que Macri afiance la llegada de inversiones.
Su presencia en Argentina materializa el inicio de un diálogo inédito debido a que los últimos 12 años se mantuvo la frialdad de ambas partes. Además de la comitiva, Obama viaja acompañado de su familia; la primera dama Michelle Robinson, y las dos hijas del matrimonio, Malia y Natasha.
Barack y Michelle disfrutarán de un descanso familiar en Bariloche.
El 24, el mandatario estadounidense partirá hacia Bariloche, el lugar que cautivó a Michelle. No está definido dónde se hospedarán los Obama, pero una de las posibilidades es que disfruten de Cumelén, el barrio cerrado de Villa La Angostura donde Macri suele pasar unos días de descanso y donde estuvo para Navidad.