Con un abanico de asistentes que iba desde comerciantes desesperados por la falta de ingresos, hasta militantes de derecha con consignas antisemitas y conspirativistas con discursos seudocientíficos, alrededor de 300 personas se dieron cita el sábado en el Obelisco porteño para manifestarse en contra del aislamiento social preventivo y obligatorio.
Muchos enarbolaron los lineamientos ya expresados en varias ocasiones por la médica Chinda Brandolino, quien asegura sin ningún tipo de base científica que la pandemia de coronavirus no existe y milita en contra del uso de las vacunas, las cuales según la OMS están "ampliamente reconocidas como una de las intervenciones de salud más costoeficaces y de mejores resultados" contra la diseminación de enfermedades.
Brandolino es también conocida por su público apoyo al Frente Patriótico, partido nacionalista de extrema derecha encabezado por Alejandro Biondini.
Otros manifestantes tildaron de "totalitario" al Estado nacional y uno de ellos, exaltado, pidió en diálogo con la prensa que los canales cubran "las autopsias" a los fallecidos por coronavirus para constatar que efectivamente la enfermedad existe.
Paralelamente, según informa Página 12, tres médicas que intentaron debatir con los manifestantes y defender la cuarentena fueron agredidas y tuvieron que ser acompañadas fuera del lugar por la policía.
En Tigre, mientras tanto, tuvo lugar la segunda caravana de automóviles a modo de protesta contra el aislamiento social. En un recorrido de 7 kilómetros pidieron por una "cuarentena inteligente" donde se les permita retomar sus tareas laborales.
"Intencionalidad política"
En diálogo con Radio Mitre este domingo, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero se refirió a estas manifestaciones y señaló que hay "alguna intencionalidad política con esta lógica de la infectadura", criticando la carta abierta que la científica antikirchnerista Sandra Pitta confeccionó y firmaron alrededor de 300 opositores.
"En nombre de la salud pública, una versión aggiornada de la 'seguridad nacional', el gobierno encontró en la 'infectadura' un eficaz relato legitimado en expertos, seguramente acostumbrados a lidiar con situaciones de laboratorio y ratones de experimentación, pero ignorantes de las consecuencias sociales de sus decisiones", expresa el documento.
"Siempre escuchamos y vamos a tener en cuenta las voces de nuestra gente, las compartamos o no las compartamos", agregó Cafiero expresando que tiene en cuenta que se manifiestan también "comerciantes respecto a sus dificultades" y "médicos y enfermeros en algunas provincias por falta de insumos".