11 Febrero de 2015 12:27
Alcides Gorgonio Díaz fue filmado en plena campaña de 2013 cuando irrumpió armado en la casa de Sergio Massa. El empleado de Prefectura fue detenido ese mismo año. Esta semana, se conocieron escuchas en las que se lo oye confesar que es un agente de inteligencia. Anoche, el gobierno nacional salió a negarlo. Pero según Infobae publicó. se pudo comprobar que el acusado trabajó en el Servicio de Inteligencia de la fuerza.
Su legajo, que lleva el número 12.833 en los registros de la Prefectura Naval, revela que a partir de enero de 2001 Alcides Gorgonio Díaz desempeñó tareas de inteligencia durante cuatro años, como puede observarse en la cuarta página del documento.
Este martes, el gobierno nacional había asegurado que el acusado era en realidad un empleado con "tareas administrativas". Ese mismo día más temprano, radio Mitre había dado a conocer una serie de escuchas telefónicas en las que se oye al prefecto reconocer desde la cárcel que él fue el autor del robo a la casa del líder del Frente Renovador.
En otro de esos audios admite trabajar como espía para el Poder Ejecutivo. "La Dirección de Inteligencia Criminal, donde estaba yo, pasó directamente a la Agencia Federal", le dice a su mujer en una de las conversaciones, cuando ambos comentaban el proyecto de reforma de los organismos de inteligencia que el Congreso discute en estas semanas.
El 20 de julio de 2013, apenas 20 días antes de las elecciones primarias, Alcides Gorgonio Díaz entró a la casa que Massa y su familia tienen en el barrio cerrado de Isla del Sol. El prefecto fue filmado por las cámaras de seguridad cuando apoya su pistola con silenciador sobre una mesa para violentar la puerta trasera de la vivienda.
Unos días después, el acusado fue identificado, arrestado y trasladado al penal de San Martín. En ese mismo lugar este martes le secuestraron su teléfono celular, luego de que fuese grabado confesando ser un agente de inteligencia.
Los investigadores lograron descubrir que Alcides Gorgonio Díaz tenía un celular oculto en su celda gracias al rastreo que hicieron de una llamada amenazante que Malena Massa había recibido el 13 de septiembre de 2014 en la vivienda que comparte con el líder del Frente Renovador.
El hallazgo fue realizado por el fiscal Mariano Magaz, que llevaba adelante una investigación judicial paralela por las amenazas que recibieron Massa y su familia. Los peritos lograron rastrear la llamada hasta el penal de San Martín, donde ubicaron una "carcasa" de celular que era utilizada con seis chips distintos. A partir de ese descubrimiento ordenaron intervenir todas las comunicaciones desde ese teléfono.
