Y un día la libertad se estancó. El resultado de las elecciones presidenciales en la Argentina y el inesperado crecimiento de Sergio Massa, quien pasó del tercer lugar en las PASO a consagrarse como el candidato más votado, cambió por completo el escenario electoral. Desesperado por su estancamiento, Javier Milei ya arrancó a "matizar" su discurso para cautivar al votante de Patricia Bullrich, pero ve con dificultad mayores alianzas, en especial después de haber tildado de "traidores" a los radicales horas después de los comicios.
A diferencia del candidato de La Libertad Avanza, el ministro de Economía dio un discurso concreto y directo: le habló a los votantes de Juan Schiaretti y de Myriam Bregman directamente a los ojos; al tiempo que también les dedicó unas palabras a aquellos que emitieron su voto en blanco o que directamente ni siquiera fueron a votar (cabe resaltar que se trató de la elección con menor participación ciudadana desde el regreso de la Democracia).
"La grieta se murió y empieza una nueva etapa", decretó el candidato de Unión por la Patria y explicitó desde el búnker: "Quiero hablarle a los que votaron en blanco y a los que, con desesperanza o con bronca, se quedaron en su casa. Quiero hablarles a los argentinos que eligieron a Myriam, que eligieron a Juan. Quiero hablarle a los miles y miles de radicales que a lo largo y a lo ancho de la Argentina comparten con nosotros los valores democráticos como la educación pública y los valores institucionales".
Distinta fue la posición que asumió el golpeado Milei, que hasta días antes de las elecciones sostenía que ganaría en primera vuelta. Lo cierto es que la radicalización de su discurso después de las PASO y el desprecio que demostró para con el resto de las fuerzas políticas lo dejan ahora en una encrucijada: cómo pelearle al peronismo unido una segunda vuelta con más enemigos que amigos.
Así se dio vuelta la tortilla: el cambio de las PASO a la general
De acuerdo al escrutinio de las primarias, La libertad avanza se consolidó como la primera fuerza con el 30,04% de los votos; seguido por Juntos por el Cambio (28,27%) y Unión por la patria (27,78%). Pero los resultados de anoche plantean ahora un escenario absolutamente distinto. Mientras que Milei bajó su rendimiento (29,98%), Massa logró lo impensado en un país todavía atravesado por una economía a flor de piel: el candidato de Unión por la Patria sumó casi nueve puntos y dejó a Bullrich fuera de la arena política (23,83%).Con Massa concentrado en los votos opositores a Milei, el candidato libertario ahora se ve obligado a recular: tendrá que enamorar al votante de Juntos por el Cambio, fuerza política a la que aniquiló después de las PASO y cuyo certificado de defunción terminó de firmarse el domingo por la noche. De acuerdo a lo que pudo saber BigBang, la nueva estrategia de los libertarios tendrá como eje hacer foco en su odio al kirchnerismo -para buscar así la empatía del electorado que se identifica con Juntos- y conseguir que el voto por la negativa se imponga en el ballotage.
La primera pista la dio horas después de que se conocieran los resultados oficiales. En su discurso, repitió en ocho oportunidades el término "juntos" y seis veces "cambio" mientras leía detenidamente sus anotaciones. En tanto, en diez oportunidades se refirió al "kirchnerismo" -siempre en términos peyorativos, claro-. A diferencia de Massa, el autobautizado "león" no llamó a cerrar la grieta, sino que buscará polarizar aún más y lo dejó en claro durante la noche de los comicios.
"Hoy vengo a dar por terminado ese proceso de agresiones y de ataques y estoy dispuesto a hacer tabula rasa, barajar y dar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo", sostuvo desde el búnker -al que muchos de los medios opositores tuvieron prohibida la entrada-, en un claro mimo al golpeado electorado de Juntos por el Cambio. La propuesta de La libertad avanza es borrar del mapa todos los ataques a la fórmula de Patricia Bullrich, a quien llegó a acusarla -sin pruebas- de haber puesto bombas en jardines de infantes durante su militancia en la agrupación Montoneros.
En línea con lo expresado por el líder del espacio, su candidata a vice, Victoria Villarruel, fue la primera en hablar de las alianzas que deberán forjar de cara a los comicios del 19 de noviembre. La diputada negacionista resaltó la buena relación que entabló durante el debate privatizado con Florencio Randazzo. "Ya lo dije en su momento, tenemos un diálogo muy bueno y no descartamos hablar con el espacio", anticipó, exponiendo que buscan capitalizar al menos una porción de los votos cosechados por Juan Schiaretti.
La mesura que intentó mostrar en el búnker se volvió a desplomar con la luz del día. Consultado sobre el crecimiento de Unión por la Patria y la sorpresiva elección de Bullrich, Milei apuntó contra los radicales, a quienes tildó de "traidores". "Subió Massa y bajó Bullrich, ahí está claro quiénes son los que traicionaron. Lo declararon públicamente, ahí hay un voto que estaba dentro de Juntos por el Cambio y se fue con Massa. Es fáctico", explicó.
Sin el apoyo de los radicales y con un Juntos por el Cambio al borde del quiebre -producto del constante e imperdonable coqueteo de Mauricio Macri para con los libertarios durante toda la campaña-, Milei deberá hacer malabares para poder hacerle frente al peronismo en la segunda vuelta. ¿Le alcanzará sólo con su odio al kirchnerismo para poder llegar a La Rosada? Lo cierto es que el próximo mes será clave y, una vez más, la arena política se convertirá en una caliente partida de TEG.