El documental que se estrenó este mes en Netflix dedicado a investigar la muerte del fiscal Alberto Nisman volvió a recordar un hecho que ya había trascendido, pero que vuelve a inquietar como la primera vez: la llamada de Sara Granfunkel, la mamá del funcionario, para pedir una ambulancia.
El diálogo entre el operador y Garfunkel resulta escalofriante:
- ¿Cómo que está muerto?
- Sí. No atendió el teléfono, estoy llamando. Abrimos la puerta y...
- ¿Quién corroboró si está muerto?
- ... está lleno de sangre el baño.
- ¿Con qué se golpeó?
- No sé, está tirado en el piso. Para mí que se golpeó, porque en la casa está todo prendido. Se habrá golpeado, se cayó, no sé.
Luego desde el servicio de emergencias de la prepaga se encargan de dar aviso al 911.
"Hay un masculino de 51 años con una pérdida de conocimiento dudosa. Sangre en el lugar. Esto lo encuentra el familiar al arribo al domicilio. No nos saben dar datos si hay herida de bala o herida cortante", informa desde Swiss Medical al operador del 911.
"Entró el familiar al departamento y lo encontró tirado en el piso con un charco de sangre, pero se niegan a hacer las maniobras de resucitación porque al haber tanta sangre están shockeados", añade la operadora.