El joven argentino Agustín Maril, de 19 años, vive una verdadera pesadilla en Santiago de Chile, tras participar en una de las multitudinarias protestas contra el Gobierno de Sebastián Piñera. Agustín fue detenido el 23 de enero. Se lo acusa de "desorden público" y de arrojar bombas incendiarias. En diálogo con BigBang, su hermano Ángel cuenta que Agustín "estaba viajando como mochilero. Arrancó hace como un año y medio, pasó por la costa, después fue a Rosario, Córdoba, San Luis, Mendoza, y en junio, julio llegó a Chile, y en una de estas marchas lo apresaron, ni siquiera fue durante la marcha. Estaba comiendo tras la desconcentración, lo agarraron los carabineros y lo apresaron. El está en la Unidad Santiago 1 , en el módulo 14. Hay más de 2 mil presos políticos y él es uno de ellos.
El abogado Federico Pagliero, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) asegura que "paró un retén, una especie de Trafic, lo detuvieron y rápidamente le hicieron un proceso judicial. Lo imputaron enseguida por desorden público y le metieron una cautelar de prisión preventiva por 45 días. Actualmente se encuentra ahí privado de su libertad. Parte de su familia está en Santiago, el papá está acá. Hicimos una presentación en el Consulado, reclamando que lo fueran a visitar y que se le brinde el asesoramiento que requiere a un ciudadano que está privado de la libertad. Obviamente desde la APDH entendemos que Chile violó tratados internacionales como la Convención de Viena, en el sentido de que no le notificó a las autoridades argentinas en territorio chileno que había un argentino preso. Es una situación preocupante, porque se da en un momento en que se promulgaron varias las leyes en Chile, con la Ley antiencapuchados, la ley antisaqueos, que básicamente agravan delitos del Código Penal, y crean un acusador aparte del fiscal, que es el Ministerio del Interior de orden público en Chile. También se está utilizando la Ley de Seguridad del Estado, que habla de "subversión en el orden público", Estamos esperando que las autoridades argentinas tomen cartas en el asunto, porque la situación es muy compleja. Además la prisión preventiva es casi automática y cuando se vence el plazo se amplía". Por el momento, la única versión probatoria el delito que se le acusa es la palabra de los carabineros.