Con Cristina Kirchner fuera del país, Máximo Kirchner volvió a convertirse en el vocero del Frente Para la Victoria. El diputado nacional aclaró que la ex Presidente “no se excluyó” de una posible candidatura en las elecciones legislativas y que se debió a una malinterpretación de sus dichos en un acto el pasado jueves.
Máximo aclaró que su madre no se bajó de una posible candidatura.
No es la primera vez que lo hace. Tiempo atrás le envió mensajes de reconciliación a Florencio Randazzo, y elogió al propio Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados. Desde su banca, cuestionó con dureza las políticas económicas de Macri y hasta cruzó a Diego Bossio, ex titular de la Anses durante el kirchnerismo, por su decisión de abandonar el espacio.
Lo cierto es que Máximo Kirchner mantiene un perfil bajo que sólo se interrumpe cuando el kirchnerismo lo necesita. “Cristina dijo que se autoexcluía de la feria de vanidades de la política, no de participar en las próximas elecciones”, sostuvo en diálogo con AM 750.
El hijo de la ex mandataria se muestra crítico del Gobierno desde su banca en el Congreso.
Sus palabras tuvieron lugar luego de que que buena parte del macrismo usufructuara con las palabras de CFK, y diera por cerrada la posibilidad de que Cristina compita por una banca en las próximas elecciones.
"Néstor siempre decía que después de nosotros tal vez nos sucediera una derecha muy dura, falangista que iban a tratar de revertir los avances en Derechos Humanos. Tenía una gran razón", agregó. Eligió hacerlo en una programa radial en el que participa Camilo Vaca Narvaja, ex pareja de Florencia Kirchner y el padre de su sobrina, Helena.
Cristina Kirchner aún mantiene incertidumbre en torno a su futuro político.
En diciembre de 2016, Máximo realizó una fuerte autocrítica que por lo bajo tenía como objetivo enviar un mensaje conciliador al ex ministro de Transporte K. “Florencio Randazzo tendría que haber competido. Podría haber hecho fórmula con Axel Kicillof", lanzó en un fallido intento por sumar a sus filas al ex funcionario que finalmente parece que competirá por su cuenta.
En 2014, antes de que el FPV sufriera la derrota electoral en manos del macrismo, Máximo operó en buena parte de la candidatura presidencial de Daniel Scioli. Recibía a funcionarios en Santa Cruz y dirigía el termómetro de apoyo de la “Campora” para con el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires. En aquel entonces, el hijo del ex matrimonio presidencial encargó encuestas para medir a Randazzo. Los números le marcaron que debía ser candidato a gobernador bonaerense, pero finalmente el ex funcionario desistió del ofrecimiento en una historia ya conocida por todos.