Gustavo Perednik aún recuerda con detalle aquellas charlas en las que Alberto Nisman le contaba los avances sobre la investigación del atentado a la AMIA. Esas caminatas por Jerusalén o Buenos Aires se habían convertido en una típica postal de su amistad, un lazo que se vio abruptamente interrumpido el 18 de enero de 2015, luego de que el fiscal fue hallado muerto en el baño de su departamento en las torres Le Parc de Puerto Madero.
Nisman y Perednik, en Jerusalén, Israel.
Aquella noche regresó a la mente del escritor tras el llamado telefónico de BigBang a su casa en Israel, que Perednik contestó con amabilidad aunque en sus palabras aún persisten resabios de impotencia por saber que a dos años del fallecimiento de su mejor amigo la Justicia no logró esclarecer el hecho.
Sin embargo, para él no hay dudas: “Lo asesinaron”. Ese inamovible concepto encuentra responsables, entre otros, en la figura de la ex presidenta Cristina Kirchner, el ex secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el técnico informático, Diego Lagomarsino.
Es que el autor del reciente libro “Morir por la Argentina” (continuación de su “Matar sin que se note”), quien hoy disertará en el homenaje a Nisman en la Knéset (Parlamento israelí), cree que la ex fiscal Viviana Fein “obró para ensuciar” a la Justicia y que los responsables del “asesinato” son un grupo iraní terrorista que contó con complicidad del anterior gobierno.
Para Perednik no hay dudas: a Nisman lo mataron.
La entrevista
-¿Qué opinión le merece la investigación tras dos años de trabajo?
-Fue una mácula que nunca va a ser subsanada, la ex fiscal Viviana Fein obró para ensuciar a la Justicia argentina. Ella creyó que le iba a salir gratis porque iban a ganar las elecciones.
-¿Dice que Fein está vinculada al kirchnerismo?
-Sergio Berni y Fein armaron una mentira con el objetivo de desligar al gobierno de Cristina Kirchner de la muerte de Nisman. La ex fiscal no realizó siquiera la pericia citológica cuando la sangre en el piso podía haber denunciado quiénes lo mataron. Rechazó el informe que mostraba cómo la computadora de Nisman había sido manipulada y entre otros atropellos, realizaron una autopsia sin audio. Esto fue un sello de mentiras. Incluso había un pelo junto al cuerpo de Nisman cuya foto está en la Policía Federal y no se hizo nada pese que habría podido indicar el DNA del asesino.
Fein, la noche en que Nisman fue hallado muerto.
-¿Cree que Cristina Kirchner está detrás de su muerte?
-Cristina tuvo todo que ver en el asesinato, pidió que le sacaran a Nisman de encima. No tengo pruebas concretas pero cuando la ex Presidenta se da cuenta de que Nisman la investigaba, decide anular al servicio de inteligencia argentino y echa a (Jaime) Stiuso y otros agentes. Allí le dice a un grupo selecto, entre los que estaban Berni y (César) Milani, “a este tipo hay que sacarlo de encima (por Nisman)”. Decidieron no ensuciarse las manos para que lo matara un grupo iraní con algún argentino que los acompañaba.
El escritor y filósofo argentino no dudó en vincular a CFK con la muerte de Nisman.
-¿Qué opinión tiene sobre Diego Lagomarsino?
-Era un “pluma”, un agente policial secreto que cobra un sueldo por estar en algún lugar o trabajo toda la vida, sin hacer nada, pero por detrás realiza trabajos de inteligencia. Lagomarsino tenía una doble misión: dejar el arma y abrir la puerta de la cocina a los asesinos. No creo que haya sido quien mató a Nisman, pero creo que en algún momento va a cantar. En el fondo lo apreciaba a Alberto.
-¿Usted dice que Lagomarsino tenía pensado llevarle el arma?
-Él mismo dice en su declaración “yo le pedí que me dejara hacerle el café, le insistí en que lo quería hacer yo, y fui y le hice el café”. El departamento lindero al de Nisman estaba vacío y el grupo que entró a matarlo pudo haber entrado por el pasillo donde estaba el aire acondicionado, pero necesitaban que alguien destrabara la puerta de la cocina desde adentro. Es muy posible que haya sido así.
Lagomarsino, en el ojo de la tormenta.
-¿Usted sabía de su cuenta en el exterior en la que figuraba Lagomarsino?
No, es un misterio absoluto. La cuenta tenía 7 años, era de la hermana y madre de Nisman, y fue abierta por Alberto. Cuando muere, Sandra (Nisman) y Sara (Garfunkel) encuentran un número con esa cuenta y descubren de la participación de este personaje, desde hacía unos meses. No entiendo cómo, pero su ingreso en la cuenta fue artificial. No hay razones para que figure ahí.
-¿Considera que fue correcta la tarea de Berni en el lugar?
-Es el arquitecto de la mentira, estaba ahí ilegalmente, ya que allí debía estar un juez o un fiscal o lo que sea. De allí que incurra en contradicciones. La madre de Nisman en el departamento escuchó que Berni le dijo a Cristina “quédese tranquila, presidenta”: “Es un suicidio”.
Berni, fotografiado al salir del departamento de Nisman, en la madrugada del 19 de enero.
-¿Cuánto influyó el cambio de gobierno en que se reabra la causa por encubrimiento a Irán?
-En un 100 por ciento. Era imposible volver a investigar si ganaba el kirchnerismo, porque esa era la misión que tenía Gils Carbó y Justicia Legítima. Si no cambiaba ese sistema no había ninguna manera de llegar a la verdad. Era una condición necesaria, pero no suficiente.