Hace exactamente una semana atrás, la situación del debate por la ley de "Bases y puntos partida para la libertad de los argentinos", más conocida como Ley Ómnibus, era totalmente diferente. Sin embargo, durante la tarde del viernes 2 de febrero obtuvo dictamen general, quedando pendiente el debate artículo por artículo de la ley que se llevará adelante el martes 6 de febrero en el Congreso de la Nación.
Hace solo una semana, el ministro del Interior, Guillermo Francos, defendía con uñas y dientes el dictamen respaldando también uno de los puntos más importantes: la ley de coparticipación que tuvo efecto por primera vez durante el gobierno de Alberto Fernández en 2020, donde las provincias recibían una porción de ingresos de Nación para paliar las deudas provinciales.
Allí Francos había expresado que esos fondos "no se tocarían". Sin embargo, las cosas cambiaron por estas horas y, en declaraciones para Radio Rivadavia, expresó todo lo contrario confesando que hubo "una serie de malentendidos en este proceso de negociaciones".
Así, dejó claro que el Gobierno oficialista no coparticipará el Impuesto País: "Es un impuesto transitorio que termina cuando termina el cepo, y lo que no se puede hacer es generar una carga para el Estado sobre un impuesto que tiende a desaparecer y que después genere, como una especie de obligación a la nación, tener que suplantar esos ingresos que puedan tener las provincias con otros impuestos", expresó el Ministro que está a cargo de toda la negociación debido a que Javier Milei está en pleno viaje internacional a Israel y luego a Italia, para reunirse con el Papa Francisco.
Francos no solo dijo que "la transitoriedad del impuesto hace que no sea factible coparticiparlo" sino que en caso de aprobarse ese impuesto, el Ejecutivo tiene "la facultad de vetarlo". Y agregó: "Tanto el Estado Nacional, que está haciendo un fuerte ajuste en todos los sectores, como también los provinciales que también lo hacen y lo deben hacer, es necesario para llevar a la Argentina a una situación de déficit cero".
Ante el descalabro de sus declaraciones e idas y vueltas, Francos pidió de rodillas concentrarse en un debate a la vez: "Sino nos abocamos a demasiados temas y no solucionamos ninguno", dijo y continuó: "Pretendemos avanzar en esta ley, y después sentarnos a conversar sobre el tema fiscal. No quiere decir que en la discusión de esta ley no haya temas en debate".
Siguiendo con la línea de advertencia para los Senadores que tratarán la ley, dijo: "Esperamos conseguir el mismo apoyo que se obtuvo para instalar las autoridades del Senado" y, como si fuera poco "apretó" un poco más: "Suponemos que también vamos a tener apoyos para esta ley".
¿Y Javier Milei?
En su segundo viaje presidencial al exterior: mientras se trata el proyecto de Ley en el Congreso y con fuertes tratativas para que la oposición dialoguista termine de regular el megaproyecto reformista, Milei se enfrentará al Sumo Pontífice después de haberlo llamado "el representante del Maligno en la Tierra".
Ahora, los sectores de Juntos por el Cambio discuten a capa y espada las facultades extraordinarias que tendría el Presidente si se aprueba la ley además de las difíciles negociaciones por la privatización de varias empresas estatales.
Mientras tanto, el jefe del Ejecutivo recibe a un funcionario estadounidense, Brian Nichols, encargado de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos. La idea es analizar la "expansión de los lazos comerciales bilaterales".
💣 Milei hará explotar la definición de oxímoron: al mismo tiempo en el que visitará al Papa Francisco, se reunirá con Giorgia Meloni, representante de la ultraderecha italiana; en esa reunión también estará Benjamin Netanyahu.