La Justicia busca reconstruir con exactitud cómo fue la ruta de los contactos telefónicos que mantuvo José López con su entorno en las horas previas a ser detenido un mes atrás en el convento Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en General Rodríguez. En ese camino, hallaron un antiguo aparato telefónico que podría ser la llave para develar si el ex secretario de Obras Públicas recibió información sobre un posible allanamiento.
Ocurre que hasta el momento para la Justicia resulta muy complejo acceder a los mensajes de Whatsapp en los teléfonos del ex funcionario debido a diversos aspectos tecnológicos. En total, son nueve aparatos telefónicos los que se investigan en profundidad. Por eso, se encargó un minucioso estudio al cuerpo de Investigadores Judiciales de la Policía Judicial del Ministerio Público Fiscal de la Capital Federal.
De esos nueve celulares hay dos que para los investigadores podrían ser clave: uno es el iPhone 6 que le secuestraron a López esa misma madrugada en que fue detenido en el convento de General Rodríguez. El otro es un viejo equipo, de los primeros modelos que llegaron al país con tecnología GSM (con chip). Un Alcatel que fue secuestrado en la casa de López en el Tigre.
El misterioso mensaje en uno de los teléfonos que encontraron en la casa de José López.
Hasta allí, sería un viejo equipo. Sin embargo, el aparato estaba recubierto con un pequeño papel color verde agua donde había dos importantes anotaciones, una de cada lado. La primera: “¡¡¡No llamar a otro número!!!”, se señala. La segunda: “Encender el equipo con el botón rojo. Presionar la tecla que está en el centro. Aparece celu 4, presionar la tecla verde y ya se comunica con ese número. Para apagarlo tocar botón rojo. Recargar con tarjeta CTI”.
El teléfono es tan antiguo que no se consigue en el mercado. Inclusive, la empresa de telefonía móvil a la que hace alusión el papel, CTI, cambió de nombre en marzo de 2008.
Instrucciones. En el papel figuraban muy claros los pasos a seguir para usar ese aparato.
Por eso, la sospecha que no se descarta es que esa hubiera sido la vía para que López recibiera información sensible sobre las causas judiciales en las que era investigado, debido a la dificultad de detectar un teléfono tan antiguo, que la mayor parte del tiempo permanecía apagado, por lo que también se dificultaba la posibilidad de rastrearlo en las antenas de telefonía móvil de la zona.
De hecho, desde que fue descubierto intentando esconder el dinero en el monasterio de General Rodríguez, no se descartó que hubiera existido una comunicación telefónica que lo alertara, por ejemplo, sobre un posible allanamiento a alguna de sus propiedades, lo que lo llevó a huir de su casa e intentar esconder el dinero.