Corría el 19 de mayo de 2015 y Cristina Fernández de Kirchner era presidenta argentina. Ese día fue uno de los más importantes para la historia de los derechos humanos en nuestro país: Museo Sitio de la Memoria ESMA estaba siendo inaugurado ante miles de personas entre las que se encontraban Juan Cabandié, por ejemplo, que nació en cautiverio y fue arrancado de los brazos de su madre Alicia Alfonsín, detenida y desaparecida. Esa jornada histórica era solo la precuela de una película que vivimos todos los días: el recordatorio de los 30.000 desaparecidos y el pedido por la memoria, la verdad y la justicia.
En aquella jornada histórica para el país, Fernández de Kirchner decía: “Hoy aquí hay una victoria de la vida sobre la muerte, de la memoria sobre el olvido, de la patria sobre la antipatria”. Ahora, una nueva derrota sobre la ultraderecha que asecha nuestra Democracia que cumple 40 años, es que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) oficializó que el sitio que fue un centro clandestino de detención sea proclamado Patrimonio de la Humanidad.
Y como si Cristina lo hubiera predicho en sus palabras aquél día de la inauguración-“La memoria, la verdad y la justicia no pueden quedar en manos de un presidente ni de un Parlamento ni de un Poder Judicial, es el pueblo el que se tiene que hacer cargo de las cosas que nos pasaron- el actual presidente Alberto Fernández emitió un emotivo mensaje a manera de felicitación y regocijo por la tarea realizada: “Con la fuerza de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo buscando con desesperación a sus hijos y nietos, un país entero aprendió a nunca claudicar su lucha. Este año cumplimos 40 años de democracia y seguimos exigiendo justicia para que nadie pueda negar u olvidar el horror” dijo poniendo la piel de gallina a más de uno.
Y añadió: “Por la lucha histórica de esas Abuelas y de esas Madres, de las organizaciones de derechos humanos y de todo un pueblo, quiero agradecer esta decisión, especialmente a la embajadora argentina ante la Unesco Marcela Losardo, que ha trabajado mucho para que se concrete”.
Losardo que trabajo para la concesión de la ESMA como Patrimonio de la Humanidad, rescató: “La nominación es resultado de un trabajo profundo, en el que el país se involucró activamente en el Grupo de Trabajo de Composición abierta de los Estados Parte de la Convención, que derivó en las recomendaciones para incorporar por primera vez los Sitios de Memoria al ámbito de consideración del Comité y abrió las puertas para la presentación de la nominación de mi país en ese contexto”.
El “trabajo profundo” al que refiere la embajadora de la Delegación Permanente de la Argentina ante la Unesco tiene su legado en 2015 cuando el Estado argentino planteó a la UNESCO que existía un museo de la memoria y en 2017 fue inscripto en una lista que especialistas estudian para poder probar que los sitios “merecen” la denominación de Patrimonio de la Humanidad. Finalmente, la respuesta positiva llegó en 2023.
Es paradójico porque nunca antes en la historia de la Democracia hubo un gobierno que plantee ideologías ultraderechistas como las de Javier Milei y todo su cuadro político de La Libertad Avanza (LLA). Si bien se dicen negacionistas, deberían llamarse pro-dictadura.
Es fáctico: la candidata a vicepresidenta del espacio de LLA, Victoria Villaroel (su padre fue partícipe activo en la Dictadura) no solo niega los 30.000 desaparecidos, reaviva el debate de la teoría de los dos demonios y reivindica supuestos “crímenes de lesa humanidad a genocidas”, sino que había propuesto “devolver” el espacio a la familia Raggio que lo “había donado a la Armada y no para que sea un sitio para la memoria”.
Esas palabras son historia, porque desde la UNESCO se oficializó que el Museo sea Patrimonio de la Humanidad. Se lo declaró así en Raid, ciudad de Arabia Saudita con la rectificación de varios países: Bélgica, Bulgaria, Brasil, Catar, Egipto, Etiopía, Grecia, India, Italia, Japón, Malí, Nigeria, Omán, Ruanda, Rusia, San Vicente y las Granadinas, Sudáfrica, Tailandia y Zambia, las 21 representaciones rotativas del organismo internacional, conformado por 194 países más 12 Estados asociados.
Cómo es el museo de la ESMA
El recorrido se pensó con la idea política de que quien lo visite haga el mismo camino que los genocidas de la patota 3.3.2 hacía para perpetrar los crímenes de lesa humanidad más oscuros de nuestra historia.
Es así que el visitante puede entrar al sótano donde los detenidos y desaparecidos permanecían realizando trabajo esclavo y que se usaba como sala de tortura; se puede visitar también la pieza de embarazadas donde nacieron cientos de bebés de manera clandestina que luego fueron robados o comercializados ante la mirada del Estado; también está el Salón Dorado donde los genocidas planificaban sus crímenes.
Desde el momento de la apertura hasta hoy, han pasado por el Museo de la ESMA más de 400 mil personas.
Quiénes estuvieron en la ESMA
Según los informes históricos, entre 1976 y 1983 pasaron por el ex centro clandestino de detención alrededor de 5 mil personas. La mayoría de las personas que fueron detenidas de manera clandestina fueron arrojadas vivas al mar en el proceso que se conocía como “vuelos de la muerte”, otras fueron enterradas como “NN” en fosas comunes. Además hubo alrededor de 37 mujeres embarazadas que tuvieron que parir en condiciones inhumanas y ver cómo sus bebés eran secuestrados para la comercialización.
Los relatos más fuertes en toda esa oscura época histórica fueron las de las mujeres en la ESMA. Son escalofriantes.
“Creo que lo más perverso que ocurrió -y recién ahora después de muchos años hay mujeres que están reflexionando y lo están denunciando-, es que todas y cada una de las que pasamos por la Escuela de Mecánica de la Armada fuimos víctimas de acoso sexual, y muchas fueron abusadas sexualmente y violadas.” M.L. Secuestrada del 25 de marzo de 1978 al 10 de enero de 1979. “Yo creo que tomar conciencia del maltrato hacia la mujer como hoy, no lo teníamos entonces. Había cosas que teníamos normalizadas y además en esas condiciones no lo hablábamos o nos avergonzaba hablarlo”. A. M. S. Secuestrada del 16 de agosto de 1977 a mediados de 1978.
“Las mujeres éramos su botín de guerra. Nuestros cuerpos fueron considerados como botín de guerra. Eso es algo bastante habitual, por no decir muy habitual, en la violencia sexual. Y utilizar o considerar a las mujeres como parte del botín es un clásico en todas las historias represivas de las guerras. Son innumerables los casos, forman parte de la cultura de la guerra y en esto no fue una excepción. Hubo muchas variedades. Y sí hubo un tratamiento diferencial entre secuestrados hombres y secuestradas mujeres, evidentemente”. S.L Secuestrada del 29 de diciembre de 1976 al 16 de junio de 1978.