por Gonzalo Prado
07 Agosto de 2021 00:38Cuando el expresidente Mauricio Macri pise la Argentina el 10 de agosto, después de más de un mes de estadía en Europa como consecuencia de su labor como presidente de la Fundación FIFA, por primera vez en más de diez años no tendría una elección en su horizonte. El 2021, y los comicios de medio término, lo encontrarán más afianzando su rol de "consultor", por su labor como ex mandatario, que una postura más activa.
En el cierre de listas, distanciado por miles de kilómetros de distancia, literalmente, el ex jefe de Estado tomó una actitud más pasiva en lo que fue la disputa por los lugares en las listas. Solamente pidió por dos personas puntuales. Que su secretario privado Dario Nieto esté en un puesto entrable para ingresar a la Legislatura porteña y que el extitular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, ingrese a la Cámara de Diputados.
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En el camino, perdió varios de los alfiles que supo tener en las últimas listas, como es el caso de los diputados nacionales Ezequiel Fernández Langan, Maria Carla Piccolomino o Carmen Polledo: fueron quedado afuera de las nominas de Juntos por el Cambio. Polledo es además un caso aparte debido a que es un mix entre Macri y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Desde Suiza, Macri tampoco tuvo un rol preponderante en los cierres de listas en el resto de las provincias. Personalmente, según reconstruyó este medio, se encargó de llamar para “ordenar” en Mendoza y en Salta; también mandó “voceros” a transmitir su opinión en La Rioja y en Catamarca con los socios locales de Juntos por el Cambio.
La intención de Macri, que todavía no tiene claro si estará en Los Abrojos o en su casa de Vicente López, es remarcar que no necesita fueros y que por eso desistió de una candidatura aunque ofrecimientos hubo.
Lejos de los primeros planos, cuando regrese al país tendrá como objetivo apuntalar la candidatura de Diego Santilli en el interior de la provincia de Buenos Aires. Tal y como le sucede también al presidente Alberto Fernández, la imagen de Macri en le conurbano bonaerense dista de ser la mejor. Por eso procurará guardarse.
En Juntos por el Cambio, desde todos los partidos, dan dos explicaciones. La primera tiene que ver con los conceptos que vertió Macri en su carta pública semanas antes del cierre de listas en donde llamó, básicamente, a dejar las diferencias y los egos personales de lado para buscar consensos.
"Siempre es difícil definir una estrategia electoral y elegir los candidatos", fue una de las frases con las que arrancó la carta que melló directo en el corazón de Juntos por el Cambio. "Y es más difícil aún en una coalición tan grande y diversa como la nuestra, pero estoy seguro de que se logrará armar una propuesta de equipo con lo mejor que tenemos y que todos trabajaremos desde donde nos toque", prosiguió en otro de los pasajes.
“Fue coherente con lo que dijo antes de viajar. Se mantuvo en esa línea cuando podía ser un poco más duro. Optó por otro camino”, consideró uno de sus colaboradores más estrechos.. “Se termina la misión y chau”, fue la forma en la que uno de los macristas de la primera hora que empiezan a dejar espacios resumió lo que significó ese cierre de listas.
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'La decisión de no jugar más a fondo con el cierre de listas también significa que el expresidente entendió que es momento de correrse y dejar que surjan nuevos liderazgos. La pandemia del coronavirus terminó acelerando ese fenómeno el cual busca llevarlo a Macri a la figura de expresidente/consultor y lejos de los primeros frentes de batalla en Juntos por el Cambio.