Las abuelas dicen que la única esperanza que tienen los pobres es Dios. Ante la terrible situación económica que atraviesa el país por la desregulación de la economía y la consecuente suba en los precios de los alimentos, transporte, salud y productos de necesidades básicas, el presidente Javier Milei mira con amor la única herramienta que siempre tienen los argentinos para aferrarse a la esperanza: la religión católica.
En las fiestas santorales, es muy común que las calles se atesten de creyentes que piden por un trabajo digno, por la salud de un familiar y, claro está, por la situación del país. En su mayoría, las personas que se ven son de las clases populares y trabajadoras que, en este contexto son las más afectadas por la era del libertario.
Es por eso que cuando el líder de La Libertad Avanza se refirió al Papa Francisco (primer Papa latinoamericano que trabajó toda su vida en las villas) como el "representante del maligno en la Tierra" y de acusarlo de "estar del lado de dictaduras sangrientas", el revuelo fue colosal y obligó al economista a disculparse.
Pero con este escenario, nadie se esperaba que Milei bajase el copete e invite al Sumo Pontífice a visitar Argentina. La noticia fue tendencia en las redes sociales, ya que el presidente le expresó al pontífice, a través de una carta oficial que fue supervisada bajo la mirada de su hermana Karina Milei, que la economía está en "estado crítico" y que sus medidas "urgentes" fueron tomadas para "evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas"
Milei se regodea en la actitud que tuvo el Papa cuando lo felicitó por haber ganado la presidencia. Sobre esto expresó: "Sus palabras fueron un gesto de aliento, además de afianzar mi convencimiento sobre la urgencia de transformar la realidad que atraviesa nuestro país para asegurar la paz y prosperidad, mediante las reformas sociales y políticas que son tan necesarias".
El párrafo que más llamó la atención fue en el que habla sobre ese "sacrificio" que tienen que hacer los argentinos pasando días de inflación y aumento de precios que ha dejado a muchos sin comer: "Somos conscientes que estas decisiones pueden profundizar inequidades, por lo que nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia católica, cuya acción en campo social es invalorable".
Ahora habrá que ver qué contesta Francisco que hace más de 10 años que no regresa a su tierra natal desde que fue ungido como Papa en 2013. Por su parte, Milei ya pidió disculpas por su exabrupto y reculó: "Parece que estás poco informado, porque ya había pedido perdón por eso, y lo volvería a hacer, porque no tengo problema en eso, porque si me equivoco, no tengo problema en repetir que estoy arrepentido por eso". Hasta ahora se sabe que el jefe de Estado planea volar a Roma para participar de los actos de canonización de Mama Antula y mantener una audiencia privada con el papa Francisco, que sería el 10 de febrero en el estudio privado del Aula Paulo VI.
El texto completo de la carta de Milei al Papa
Agradezco su muy significativo llamado telefónico del 22 de noviembre, luego de mi elección como Presidente. Valoro sus sabios consejos y sus deseos de coraje y sabiduría para mi persona, tan necesarios para encarar el desafío de dirigir los destinos de nuestra Patria y de nuestros conciudadanos.
En lo personal, sus palabras fueron un gesto de aliento, además de afianzar mi convencimiento sobre la urgencia de transformar la realidad que atraviesa nuestro país para asegurar la paz y prosperidad, mediante las reformas sociales y políticas que son tan necesarias.
También aprovecho esta oportunidad para agradecerle la participación de la Santa Sede en la ceremonia de mi asunción como Presidente de la Nación el pasado 10 de diciembre, al enviar como su Representante al Nuncio Apostólico en Chile, Monseñor Alberto Ortega Martin.
Santidad, los argentinos atravesamos tiempos de aflicción y de esperanza. Observamos a nuestro alrededor cómo la pobreza con sus diferentes rostros y consecuencias alcanza a la mitad de todos nuestros compatriotas. Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas.
Teniendo presente su consejo de tener la sabiduría y el coraje necesarios, en mis primeras semanas de gobierno he procedido a proponer una serie de medidas de gobierno destinadas a transformar la situación que la República Argentina hace décadas.
Somos conscientes que estas decisiones pueden profundizar inequidades, por lo que nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia católica, cuya acción en campo social es invalorable.
Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto.
Como Presidente de la Nación Argentina, considero que su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos.
Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina.
Sé que el tiempo es escaso. Aun así, espero que pueda viajar para la alegría general de todo el pueblo argentino. Reitero a Su Santidad las seguridades de mi más alta consideración y respeto por su obra y su persona.