Más
Política

El plan de Gils Carbó para mantenerse en el cargo pese a la presión del Gobierno

Su cargo es vitalicio y el gobierno amenaza con echarla por decreto. Identificada con el kirchnerismo, despliega un juego de alianzas que incluye otros actores de peso.

30 Marzo de 2017 08:00
1552080942086

Mauricio Macri lleva 15 meses planteándose objetivos ambiciosos que tardan en llegar: "Pobreza cero", unidad de los argentinos, lucha contra el narcotrafico y -también- "voltear" a la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

El Presidente no la quiso nunca y consideró a la jefa de los fiscales como un vértice del poder del kirchnerismo en la justicia. Sus hombres más influyentes en la Justicia le recomendaron apartarla de su cargo. 

El fastidio de Daniel Angelici con la Procuradora es tal que lo lleva a despotricar incluso por las decisiones del Colegio de Abogados que le reconoció -junto a otras 20 mujeres- su trayectoria en defensa de una sociedad igualitaria. El presidente de Boca es el vicepresidente del Colegio pero no compartió la decisión de su presidente Jorge Rizzo.

Gils Carbó acumula nueve pedidos de juicio político que presentaron dirigentes del actual gobierno y el antikirchnerismo como Elisa Carrió, Mario Negri y Graciela Ocaña. Para eso, necesitaría reunir los votos de los dos tercios de los votos en la Cámara de Diputados y en el Senado. El cargo de la Procuradora es vitalicio y el Gobierno está a años luz de alcanzar esas mayorías especiales.

Alejandra Gils Carbó: en la mira de Macri y Angelici.

Según pudo saber BigBang, Gils Carbó no va a salir a responder los cuestionamientos del Presidente pero tampoco va a ceder. Los emisarios que le envian desde el gobierno nacional para pedirle que de un paso al costado se lleva siempre la misma respuesta: no. 

"Acá no hay ninguna pelea porque para pelear se necesitan dos", le repite la Procuradora a la dirigencia política que la frecuenta.

Blanco de denuncias de todo tipo en los medios y en la Justicia, Gils Carbó se concentra en preservar la estructura que armó desde que llegó: seis procuradurías, 12 unidades fiscales especializadas, 13 direcciones generales y dos programas especializados, el de consumidores y el laboral????.

Elisa Carrió: coincide con su archienemigo Daniel Angelici en el deseo de "cargarse" a Gils Carbó. 

Además, la Casa Rosada intentó sin éxito llevar adelante una reforma del Ministerio Público Fiscal  que incluía acotar su mandato a cinco años. Fue Carrió una de las que frustró ese intento.  

La procuradora tiene en contra al Gobierno y a gran parte de la oposición, al Colegio de Abogados de la ciudad de Buenos Aires y al sector de Angelici en el Colegio Público de Abogados, al sindicato de Judiciales de Julio Piumato, a un sector de los servicios de inteligencia y al Grupo Clarín, que la detesta desde que en 2008 frenó la fusión de Multicanal y Cablevisión. Desde el minuto cero, la cuestionaron por manejar la justicia a su antojo, intentar desplazar al fiscal José María Campagnoli, nombrar fiscales militantes y proteger a los ex funcionarios kirchneristas en las causas de corrupción. 

Sin embargo, Macri sólo tiene hoy una herramienta para desplazarla: un decreto de necesidad y urgencia que le provocaría un costo político inédito y llevaría otra vez a su gobierno ante los tribunales internacionales.

Quince meses después, el Presidente culpa a Gils Carbó también de su presente ajetreado en el frente judicial. "No es una procuradora independiente. Es una militante del kirchnerismo. Le pedí que se retire pero no se retira. No está bien. Está detrás de todas las denuncias que motorizaron en contra mío. Ni en el Correo, ni en Avianca, ni en Panama Papers hay un hecho de corrupción", le dijo Macri a Mirtha Legrand  durante la cena en la cual se vio desbordado por los cuestionamientos de la conductora.

Gils Carbó resiste y da pelea.

Las palabras del Presidente revelan lo que ya se convirtió en una obsesión. En la Casa Rosada, afirman además que Gils Carbó impulsa las cinco causas judiciales que investigan el pago de coimas de la constructora Odebrecht en el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. Es la obra que llevaba adelante Angelo Calcaterra, el primo del Presidente que acaba de vender su empresa a Pampa Energía de Marcelo Mindlin. 

Gils Carbó tiene tres aliados de peso: la mayor parte de la oposición, un sector de los fiscales que la respetan aunque no le reportan y -más importante- la Corte Suprema de Justicia que preside Ricardo Lorenzetti. 

La funcionaria judicial que alentó la creación de Justicia Legítima mantiene una relación cordial con el presidente del máximo tribunal. Cuando el presidente decidió por decreto sacarle las escuchas judiciales a la Procuración y pasarlas a la órbita de la Corte, la jefa de los fiscales puso todo a disposición de Lorenzetti

Las procuradurías y unidades especiales que creó le permitieron consolidar un entramado de relaciones con organismos de derechos humanos, movimientos sociales, sindicatos y víctimas de la violencia institucional, organizaciones de mujeres que luchan contra la violencia de género, sectores en su mayoría enfrentados a las políticas del gobierno nacional. 

Ese mapa de organizaciones es su principal respaldo, más allá de lo institucional. Con ese aval, Gils Carbó se prepara para resistir hasta que Macri termine su mandato. La pelea va a ser larga.