“Funcionario que no se alinea, se va. No importa a quién responda”. La máxima suena cada vez más fuerte en los pasillos de la Casa Rosada. Las diferencias entre el presidente Alberto Fernández y sus funcionarios, y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y los referentes de La Cámpora, agrupación que conduce Máximo Kirchner, por la política económica son cada vez más profundas.
Por eso, no extraña que a minutos de la renuncia de Roberto Feletti, desde el ejecutivo ya tuvieran listo a su sucesor como secretario de Comercio Interior,. Ahora dicha Secretaría quedará a cargo de Guillermo Hang, actual director del Banco Central de la República Argentina. Pero, principalmente, un hombre de plena confianza del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Por supuesto, la llegada de Hang a Comercio Interior no parece una casualidad. Como tampoco lo es la renuncia “indeclinable” de Feletti, quien hace poco más de 48 horas había sido reconfirmado en su cargo. Claro que hubo una estrategia que cambió todo.
Roberto Feletti renunció a la Secretaría de Comercio Interior: ya nombraron a su sucesor
Hace un par de días, la Secretaría de Comercio Interior pasó a estar bajo la órbita del Ministerio de Economía. Es decir, Feletti pasó de ser un funcionario con cierta independencia a responder, plenamente, a Guzmán. Para una mejor lectura: un funcionario cercano a Cristina pasaba a depender de un ministro del presidente. Para colmo, Guzmán es uno de los más criticados por la vice. El final estaba cada vez más cerca.
“He presentado mi renuncia al cargo de Secretario de Comercio Interior. Agradezco al Presidente @alferdez por la confianza, y a los ministros Matías Kulfas y Martín Guzmán por su trato siempre profesional y respetuoso”, escribió Feletti en su cuenta de Twitter, para dar a conocer que dejaba el cargo.
Por estas horas, el presidente de la Nación y el ministro de Economía analizaban la posibilidad de subir las retenciones con el objetivo de frenar la inflación. “Ese problema repercute en el país, porque el precio del trigo sube mucho y tenemos un serio problema para desacoplar el precio interno del internacional".
Y agregó: "Eso que nosotros llamamos con Martín Guzmán la riqueza inesperada tiene que ver con esto, con que de repente pasa algo en el mundo y alguien empieza a ganar mucho más de lo que tenía previsto y se produce una riqueza inesperada que nosotros pedimos que se redistribuya de otro modo. Y el instrumento con el que más fácilmente se desacoplan los precios internos e internacionales son las retenciones. Ahora, las retenciones son un tema legislativo".
Otro punto aceleró el final de Feletti en el Gobierno fue la pésima negociación con los molineros, con quienes el ex secretario se juntó para hablar de la puesta en marcha del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino, el mecanismo elegido para desacoplar los precios del mercado interno de la volatilidad que presentan a nivel internacional. Apenas terminó la reunión, varios molineros dijeron en los medios de comunicación que rechazarían la propuesta para bajar los precios. Todo había fracasado.
"No nos mean más": la fuerte reacción del "albertismo", la nueva postura del presidente y el giro de Wado de Pedro
Por ello, el plan de Alberto fue montar una estrategia para que la renuncia de Feletti fuera la única salida. Y para eso no se anduvo con chiquitas: la Secretaría de Comercio Interior pasó a depender del Ministerio de Economía. Fin. En cuestión de horas, Guzmán pudo poner a Hang donde quería.
¿Qué puede pasar en el Gobierno? El frente está abierto. La opción más peligrosa serían las renuncias masivas. Lo que terminaría con la purga total por parte del presidente. La opción más realista es que el denominado Albertismo se haga cargo de la economía y de “la guerra contra la inflación”.
La esperanza del presidente radica en una baja progresiva de la inflación para los próximos meses. De hecho, no es casualidad que se empiece a vaticinar un 5% de inflación para el mes de mayo. Si el plan de Fernández y Guzmán funciona, podrían llevarse la gloria. Pero antes deberán hacer frente a las rupturas internas. Por ahora, los precios siguen descontrolados. Y el único que perdió es el pueblo.