por Agustin Gulman
02 Mayo de 2017 04:33El Gobierno porteño busca modificar los códigos de Planeamiento y de Edificación para establecer nuevas alturas e incorporar conceptos vinculados a la eficiencia energética y la sustentabilidad en las construcciones. Buscan que las más de tres millones de personas que ingresan a diario a estudiar y trabajar tengan la posibilidad de mudarse a la Ciudad de Buenos Aires.
En el borrador trabaja el Ministerio de Desarrollo Urbano, que conduce Franco Moccia. Esperan terminar una ronda de consultas, tanto vía web como presenciales, para nutrir la iniciativa y que llegue con un amplio consenso de vecinos y arquitectos a la Legislatura porteña, donde deberá ser votado con doble lectura. El proyecto promete una amplia discusión.
Los nuevos códigos regularán la cantidad de pisos y altura máxima que podrán tener los edificios.
El objetivo, dicen ante BigBang, es convertir a Buenos Aires en una “ciudad más deseable”, que le permita a quienes trabajan, estudian y se desarrollan en la Capital Federal, pero viven en el conurbano, la posibilidad de acceder a una vivienda - ya sea para compra o alquiler - dentro de la Ciudad. Los datos del último censo indican que la Capital tiene alrededor de 3 millones de habitantes, mientras que los días hábiles ingresan otras 3 millones.
Funcionarios de la Ciudad señalan que la ciudad aún tiene más capacidad de construcción, y aportan un dato central: la mitad de la Ciudad es espacio público, mientras que la otra mitad es para viviendas y comercios. De ese último 50 por ciento, aseguran que hay construido apenas un 60 por ciento, por lo que existe otro 40 % de capacidad constructiva.
En la Ciudad anticipan que la Ciudad debe tener una fuente inversión en materia de servicios.
El Ejecutivo porteño considera que los códigos que rigen en la actualidad son antiguos y fueron pensados en otro momento histórico y para otro tipo de crecimiento. El de Edificación data de 1943, mientras que el Urbanístico es de 1977. Ahora, buscan avanzar en leyes que permitan el “crecimiento ordenado” de los barrios, nuevas tecnologías y una perspectiva del cuidado del medioambiente y la importancia del espacio público.
Para poder operar, las constructoras deberán inscribirse en un registro al Gobierno porteño.
LA REGULACIÓN DE LAS ALTURAS
En la actualidad, la Ciudad tiene 320 mil parcelas destinadas a vivienda, de las cuales apenas el 1 por ciento tiene más de siete pisos, mientras que aportan un dato aún más llamativo: el 60 % de la Ciudad tiene construcciones por debajo de los cinco pisos. Y sólo un 0,1 % de los edificios supera los 12.
Se eliminarán los parámetros Fos, Fot y Tangente, y se busca una “ciudad homogénea”, con alturas fijas de acuerdo a cada barrio para avenidas, calles y pasajes. Mediante un sistema digitalizado, se podrá conocer cuáles son los límites permitidos en cada caso.
El Gobierno busca una "ciudad homogénea", con límites para la construcción en determinadas zonas.
Si la iniciativa avanza, aquellos que tengan propiedades que estén por debajo del límite de altura permitida, podrán “vender” el espacio aéreo de sus propiedades a empresas constructoras registradas, que podrán comprar esos metros cuadrados para construir en zonas donde esté permitido.
Un 30 % de esa venta será cobrado por los dueños en efectivo, mientras que el restante 70 % irá a un Fondo de Asignación Específica del Banco Ciudad que se actualizará y podrá ser retirado por los propietarios para, por ejemplo, hacer arreglos en el interior de la propiedad. La Ciudad también cobrará un impuesto por esa operación, que será destinado a inversiones en espacios públicos.
Uno de los ejemplos que puso la Ciudad: casas que quedan en medio de altos edificios.
Sin embargo, los funcionarios porteños aclaran que el objetivo no es avanzar en una ciudad repleta de torres y edificaciones altas. De hecho, aclaran que se busca “ponerle fin a la torre sorpresa”. Y ponen como ejemplo que si una empresa constructora comprara hoy cuatro terrenos linderos, podría sumar los metros cuadrados de todos y tener más altura, que con los nuevos códigos estará prohibido.
En la Ciudad reconocen que es un plan que debe estar acompañado por la mejora concreta en servicios. En una presentación ante la prensa en la que estuvo presente BigBang, el ministro Moccia señaló: “El nuevo código busca reemplazar la idea de demoler y construir. Busca regular ese 50 por ciento de la Capital que ya está construido”.
El proyecto apunta a regular la "capacidad constructiva" que tiene la Capital Federal.
CAMBIOS EN LOS MATERIALES
El Código de Edificación es el que establece cómo y con qué materiales se puede construir. En la actualidad, se citan materiales específicos. Un dato llamativo es que a pesar de que está prohibido, la gran mayoría de las construcciones utilizan ladrillo hueco. Ahora, se evitarían las prohibiciones, a excepción de aquellos materiales que no pueden ser utilizados por “razones de salubridad y seguridad”.
Pero además, se buscará regular sobre el uso de materiales eficientes en el ahorro de energía. El ministro Moccia ejemplificó que en la actualidad, una propiedad con doble vidrio es considerada de lujo y paga más ABL, a pesar de que está demostrado que ahorra energía. La promesa es que se reducirán los impuestos de quienes contribuyan al cuidado del medio ambiente a la hora de construir.