El exministro de Salud, Ginés González García, volvió a quedar en el centro de la escena por su reunión ayer con el empresario farmacéutico Hugo Sigman en Madrird, España, en el hotel Icon Embassy de la capital de dicho país. Fue un desayuno en el que ambos intercambiaron preocupaciones.
Sigman, según trascendió, contó que esta preocupado por lo que considera una campaña en su contra por parte de algunos sectores del Gobierno como consecuencia de la demora en la provisión de las vacunas de AstraZeneca, cuyo principio activo se fabrica en el país en uno de los laboratorios del empresario (mAbxience) y luego es envasado en México.
Polémica por las vacunas: la verdad sobre el encuentro de Ginés y Hugo Sigman en España
En el encuentro, que no se extendió demasiado, hubo una intención de explicarle nuevamente a Ginés los problemas con el empresario Carlos Slim que, al ser el que en criollo “ponía la plata”, no se podía evitar el escollo en tierras aztecas. Sin embargo, la preocupación de Sigman no tiene un correlato en la Justicia. Por más que existe una causa judicial -cuyo expediente tuvo acceso BigBang- por las demoras en el cronograma de entrega que tenía que realizarse en el primer semestre del 2021 y las dosis empezaron a llegar por millones a fines de mayo; lo cierto es que su preocupación radica hoy en la exposición mediática, más que jurídica.
Sin dar explicaciones reales a la ciudadanía, ni a la oposición, por haber recibido el pago del 60% del total del contrato sin entregar una sola dosis de la vacuna, y con una disputa activa en torno a la vacunación con su rival histórico, Marcelo Figueiras, titular del laboratorio Richmond, Sigman ve por primera vez que su perfil bajo comienza a quedar fuera de escena.
Cerca de Ginés González García procuraron bajarle el tono al encuentro entre ambos. “Soy amigos desde hace años. Hablan todo el tiempo”, remarcaron a BigBang cerca del exministro, quien partió a España para dar una serie de conferencias con las que busca volver a levantar su perfil.
Luego, a través de sus redes sociales, el exministro empezó con un recuento de las reuniones que mantuvo desde que llegó, sin mencionar la que tuvo con Sigman claro está. “En el Hospital Clínico San Carlos de la Universidad Complutense de Madrid fui recibido por José Soto Bonel, Director Gerente del Hospital y Pte. de la Soc. Española de Directivos de Salud. Junto a un equipo interdisciplinario, intercambiamos miradas sobre los pasos a seguir en la pospandemia”, sostuvo en un tuit.
“El hospital San Carlos es el más grande de Europa en un solo edificio. Su rol fue clave en la lucha contra la COVID: llegó a tener más de 1100 camas ocupadas.Siempre es un honor participar de este tipo de intercambios de experiencias y conocimientos, priorizando el análisis con una mirada sanitarista que nos permite construir futuro”, agregó.
Alejado durante semanas de la política como consecuencia de su forzada renuncia por el Vacunatorio Vip en el Ministerio de Salud, González García no sólo retomó públicamente el diálogo con el presidente Alberto Fernández, sino que además, siempre de acuerdo a lo que asegura su entorno, empezó a jugar fuerte por pedido del jefe de Estado para evitar que las provincias compren vacunas por su cuenta.
Por fuera de los anuncios que realizaron Buenos Aires, la Ciudad, Córdoba, Santa Fe y Jujuy, lo cierto es que poco a poco aparecen trabas para conseguir las dosis. Desde problemas en los laboratorios a cuestiones burocráticas. A eso se le suman lo llamados directos de Ginés en los que les dice abiertamente a los gobernadores que van a pagar millones de dólares por un bien (las vacunas) que va a comenzar a sobrar en todo el mundo y es por eso que les recomienda no apurarse. Del otro lado, las urgencias electorales también cambian los ánimos de los mandatarios provinciales.
Lo cierto es que tanto González García como Sigman sostienen en privado que el principal escollo que tuvo el arribo de las vacunas de AstraZeneca fabricadas en el país tuvo que ver con la decisión del Gobierno de México de emular la decisión que llevó adelante Estados Unidos con cerrar las fronteras para el envió de vacunas fabricadas en el país.
“Por eso tuvieron que viajar las autoridades a México y recién ahí se destrabó la situación”, remarcó una alta fuente oficial en referencia al viaje que realizaron a principio de mayo la ministra de Salud, Carla Vizzotti, junto a la asesora presidencial Cecilia Nicolini.
Lo coletazos de las internas que siguen abiertas entre las tres ramas que hay en el Ministerio de Salud alcanzaron a todas las negociaciones con las vacunas. Ginés, y los funcionarios que siguen respondiéndole a él dentro de la estructura, siempre apoyaron a AstraZeneca por el resto a la espera de que sea la vacuna con la que se inocule a la población. Vizzotti y Nicolini hicieron lo mismo pero con la Sputnik V y las fabricadas en China, mientras el intento de una efímera línea albertista apuntaba a continuar con la lógica de todas las posibles.
Esas esquirlas todavía siguen al punto tal de que las dosis de origen americano no fueron aprobadas aún por la ANMAT y en especial la de Janssen, conocida como Johson & Johnson, la predilecta por los argentinos que viajaban a Estados Unidos a vacunarse.
Llegó otra tanda de vacunas y Alberto Fernández ya piensa en abrir dos vacunatorios nacionales
Hace pocos días, BigBang reveló la letra chica del acuerdo que se firmó y por el que aún faltan más de 13 millones de dosis. Se trató de un "contrato de compraventa por anticipado para el suministro de la potencial vacuna ChAd0X1 nCov-19 conocida como AZD1222". En el documento se especifica además que se trata de una vacuna de aplicación de dos dosis de 0,5 mL de "administración intramuscular con intervalo mínimo, entre la primera y segunda dosis, de 28 días" para adultos de 18 años o más.