“Hace más de diez años que sueño con hacer un aporte grande a nuestra querida Argentina”, se emocionó ayer Mauricio Macri en su primer discurso público como presidente electo. Lo cierto es que la corta vida política del primer presidente de la historia argentina no peronista, radical ni militar ha sido signada siempre por el ballottage.
Es que el todavía jefe de Gobierno porteño, hasta el 10 de diciembre, llegó a ese cargo cuando el 24 de junio de 2007 le ganó el ballottage al candidato kirchnerista, Daniel Filmus, por 60,96 % al 39,04 %.
Para ser reelecto, Mauricio Macri debió enfrentar nuevamente a Daniel Filmus en la segunda vuelta del 31 de julio de 2011 para finalmente imponerse por 64,25 % a 35,75 %.
Pido a Dios que me ilumine para ayudar a cada argentino a encontrar su forma de ser feliz y progresar. #Cambiamos pic.twitter.com/JDmHm3WfTL
- Mauricio Macri (@mauriciomacri)
Pero no siempre fueron todas buenas para Mauricio Macri. Es que el presidente electo había debutado en su carrera política con una derrota en el ballottage del 14 de septiembre de 2003 contra Aníbal Ibarra por 46,52 % a 53,48 %.
¡SÍ, SE PUEDE!! #Cambiamos pic.twitter.com/8sQi7CI2cM
- Mauricio Macri (@mauriciomacri)
Y en las últimas elecciones porteñas, el jefe de Gobierno porteño electo, Horacio Rodríguez Larreta, debió enfrentarse el 19 de julio de 2015 a la segunda vuelta contra Martín Lousteau por 51,64 % a 48,36 %.
¡INMENSAMENTE GRACIAS! #VamosJuntos pic.twitter.com/h4IXkpp6y8
- H Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta)
La historia del PRO, entonces, es una historia marcada por el ballottage.