El embajador argentino en Austria y experto en temas nucleares, Rafael Grossi, reveló hoy que hubo una diferencia de entre 15 y 18 kilómetros entre el lugar en el que se detectó hace un año una explosión por parte de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO) y la ubicación en la cual se hallaron los restos del ARA San Juan.
“El trabajo de la CTBTO (una entidad con sede en Viena, Austria) marcó un antes y un después en la desaparición del submarino. Los peritos del organismo trabajaron muy bien y hoy podemos saber que hay una diferencia de entre 15 y 18 kilómetros entre el lugar en el que se detectó la explosión y el sitio en el que se encontró al ARA San Juan”, señaló Grossi en diálogo con radio Mitre.
El 23 de noviembre, el vocero de la Armada capitán Enrique Balbi, informó a la prensa que la Marina de los Estados Unidos y la Organización del Tratado para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), con sede en Viena, Austria, habían detectado "un evento anómalo, corto y consecuente con una explosión/implosión" en la zona por la cual navegaba el sumergible.
Grossi, que trabajó en el Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU, se puso en contacto con el organismo y llevó a cabo un relevamiento técnico junto con funcionarios de la CTBTO y aportó toda esa información al gobierno argentino y la Armada con el propósito de contribuir a la búsqueda del sumergible.
Una semana después, el Gobierno anunció oficialmente que no había posibilidades de encontrar sobrevivientes y que se había cubierto la totalidad del área de búsqueda. Sin embargo, se negó a declarar duelo nacional hasta no tener al menos una fotografía del ARA San Juan hundido en el fondo del mar.
“Si tomamos en cuenta la historia de la búsqueda de los submarinos, vamos a darnos cuenta que esta nave fue encontrada relativamente rápido. Hay buques como estos que se encuentran después de 30 años, o nunca más”, señaló hoy Grossi.
El diplomático destacó el esfuerzo realizado por el gobierno argentino en las tareas de rastrillajes y “la ayuda que aportaron los países vecinos” en los primeros momentos de la crisis.
“Se hizo un trabajo muy serio, incluso de la empresa Ocean Infinity. Valoro lo que hicieron, fue muy serio y no puedo comentar sobre la decisión que habían tomado de suspender la búsqueda para volver en febrero”, remarcó.