Empujones, manotazos, un cúmulo de manos pies y cuerpo alrededor de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich que hizo una aparición sorpresa en las inmediaciones de la estación de trenes Constitución, lugar que quedó totalmente paralizado por el paro nacional que convocaron las centrales sindicales de todo el país.
En el lugar en el que suelen circular cientos de miles de personas, Bullrich salió a explicar que el paro nacional fue un total fracaso. Y no lo hizo sola: estaba a su lado -también con expresión nerviosa ante tanta prensa- el secretario de Transporte Franco Mogetta que fue muy pocas veces visto por la ciudadanía.
La ministra de Seguridad no mostró pruebas pero contó: "A partir del comando conjunto que armamos con la secretaría de la nación, el ministerio de Seguridad recibió los puntos de las salidas de los micros de las empresas y a las 4 de la mañana estaban todos cubiertos", dijo y añadió: "Hubo esquinas donde los colectiveros en algunos casos fueron agredidos, les rompieron vidrios, les pusieron clavos en las calles para que se le pinchen las gomas con un objetivo muy concreto: que aquel que quería trabajar se lo querían impedir por la extorsión y por fuerza que no trabaje".
Sin perder su estilo, Bullrich estigmatizó la medida de fuerza de los trabajadores contra el ajuste que lleva adelante Javier Milei: "Salgan y utilicen su auto", expresó la Ministra y advirtió: "No hay problemas de seguridad, hay fuerzas de seguridad desplegada por todos lados; usen su bicicleta, sus motos".
Bullrich dio una definición clave mientras los agentes de su seguridad personal empujaba a la prensa: "El país necesita que trabajemos y todos aquellos que han hecho actos vandálicos demostrando una situación que para mí es de debilidad. Porque si vos para mostrar un paro tenés que tirarle una piedra a un colectivo es porque estás en situación de debilidad", dijo y contundentemente bajó línea directa: "Este es el paro de la debilidad".
Bullrich enojada con el uso de un vocablo militar
La Ministra pareció incómoda con el uso de una palabra que mayormente se usa en el ámbito militar: "Acatamiento". Sobre eso, explicó un poco molesta: "Acá no hay acatamiento, no se puede hablar de acatamiento. porque qué quiere decir 'acatamiento', acatamiento es una palabra militar".
Además, redundantemente, trabada y nerviosa, dijo: "Quién cree que le está dando, quién cree que le está dando, quién cree que le está dando... (SIC) digamos... a esa palabra sentido".
Luego de la brillante trastabillada Bullrich también expresó: "Le está dando palabra a este sentido, solamente aquellos que están sentados cómodamente haciendo sus cuentas mientras millones de argentinos hoy van a perder parte de su dinero por los burócratas de siempre, así que no hay acatamiento".
La seguridad personal de la ministra Bullrich quiso sacar el cuerpo de la funcionaria para seguir el recorrido de la estación Constitución. Entre la marea de palabras y preguntas, una trabajadora de prensa le pidió unas palabras para los trabajadores que sí acataron el paro nacional: "¿Cómo van a hacer este paro si a Alberto Fernández no le hicieron nada?", se preguntó retóricamente.
No fue para nada beneficioso el escenario de Bullrich. Es que le preguntaron también sobre las personas de a pie que no llegan a fin de mes; sobre este punto la flamante ministra libertaria se encomendó en Las Fuerzas del Cielo y disparó una frase mística: "Tengan fe".
"Los próximos meses van a ser mucho mejor (SIC), los precios están bajando. Tengan mucha mucha fe en lo que estamos haciendo", dijo Bullrich tal vez desconociendo que con la fe, los y las trabajadoras no se alimentan.
Bullrich en un viaje en colectivo que male sal
No hay declaraciones políticas sin un acto simbólico que pueda mostrarse en redes. Desde que La Libertad Avanza asumió el poder político en Argentina, sus funcionarios acceden a realizar acciones para luego ser mostradas en la virtualidad, espacio que se han sabido ganar entre bots y fake news.
Esta vez, la ministra organizó una parafernalia que no salió tan bien como esperaba. Para demostrar que hay líneas de colectivos que funcionan, Bullrich montó una unidad de la línea 9 y allí quiso "viajar".
Como se ve que no es asidua usuaria de medios de transportes públicos, no tenía una tarjeta SUBE propia. Es por eso que una buena alma le prestó una; lo mejor estaba por venir.
La ministra Patricia Bullrich apoyó confiada la tarjeta sobre el lector pero se llevó la peor de las sorpresas: no tenía saldo. El video se hizo viral rápidamente y los usuarios tuvieron un pase de humor sin pensarlo.