por Gonzalo Prado
04 Octubre de 2020 08:00Alejado de los primeros planos de la política desde que dejó el cargo de jefe de Gabinete el 10 de diciembre de 2019, Marcos Peña dedicó los últimos meses a tender puentes con los principales dirigentes de Juntos por el Cambio con un doble objetivo: un libro en donde recopilará el proceso de gestación del PRO desde la Ciudad a la Presidencia y para terminar de cerrar el capítulo de lo que fue su paso por la gestión.
Sin dar declaraciones en la prensa, y cuidando fomentar el perfil bajo que interrumpió entre 2015 y 2019, Peña mantiene un diálogo diario con el ex presidente Mauricio Macri, pero también con otros referentes de ese espacio opositor. Con ellos empezó a charlar, personalmente, desde marzo de este año cuando regresó de sus largas vacaciones.
Vidal a la provincia y, ¿Lousteau jefe de Gobierno porteño? El teg electoral de Juntos por el Cambio
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la ex gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, el ex presidente de la Cámara de Diputados, Emiio Monzó, el diputado nacional y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, el senador nacional Martín Lousteau, y el también legislador nacional Mario Negri, son algunos de quienes Peña buscó para tener su opinión sobre lo que fue su paso por la gestión.
“Las charlas fueron en un rol de autocrítica total de su parte. Quería saber qué pensaban de lo que había sido paso por la Jefatura de Gabinete y los errores que había cometido”, le dijo a BigBang uno funcionarios que ya tuvo su mano a mano con Peña. Entre las críticas, que le dijeron varios de sus interlocutores, estuvo presente la falta de un jefe de Gabinete tradicional, algo que sí tuvo en Rodríguez Larreta durante los ocho años de gestión de Macri en la Ciudad.
"La pandemia le hizo bien para encerrarse en su casa y para darse cuenta de varios errores que cometió y cosas que tendría que haber hecho de cosa diferente”, explicó la misma fuente.
Algunos de quienes se juntaron con Peña creen en su autocrítica, otros dudan. Estos últimos remarcan lo que fue el trato con el ex jefe de Gabinete durante la administración de Macri, en donde las miradas diferentes eran castigadas con el aislamiento o el destrato.
“Marcos entendió que uno de los problemas más grandes que tuvo nuestro Gobierno fue que él no tenía experiencia en la gestión diaria. Siempre se encargó de temas estratégicos. Esa evaluación le costó. Estuvo varias semanas con mucha introspección”, expresó uno de los integrantes de la mesa chica de Peña, que se mantiene activa hoy en día.
A algunos de ellos los consulta para lo que está siendo su vía de ingresos por estos días: el asesoramiento fuera del país. Desde que dejó la gestión pública, Peña comenzó a ser contactado por diferentes organizaciones, partidos políticos, candidatos y empresas del extranjero para que les brinde servicios de consultoría.
La lista de sus clientes es uno de los secretos mejor guardados que tiene hoy por hoy el macrismo, al punto tal de que las personas que laconocen en su totalidad son contadas con los dedos de las manos. Una de ellas es el ex ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a quien suele sumarlo a su esquema de consultoría, según pudo reconstruir BigBang.
Peña es hasta ahora uno de los pocos dirigentes de Juntos por el Cambio que no realizó Zoom con militantes del país. Eso también tiene una razón. Los dos almuerzos que mantuvo con el alcalde porteño volvieron a ponerlo en el centro de la escena, algo que no quiere que sucediera, por lo menos por ahora.
Sin embargo, por su cabeza no se cruza dejar de estar involucrado en la política. Pero, por primera vez, sí tiene algunas diferencias con Macri. Firme a su lado como en los últimos 20 años, Peña ya le adelantó al ex presidente que, en caso de querer perseguir un retorno político a las primeras planas, él no lo acompañaría desde un lugar de tanta exposición.
“Si vuelve Macri, vuelve Peña. Pero con cambios. No está para tener el mismo rol que tuvo antes, pero tampoco para sumarse a un equipo ya conformado”, agregó otro de los miembros de la mesa chica peñista.
El rol que por estos días mejor le queda, según explican, es el de consultor. No por nada habla de forma asidua con Rodríguez Larreta, pero sin meterse en las decisiones políticas que toma. “Por ahora es todo con respeto y sin ningún tipo de ruidos”, remarcó uno de los armadores nacionales del alcalde porteño ante la consulta de BigBang.
Sin embargo, poco a poco empieza a plantear la necesidad de armar un “dream team” en las listas de cara a la elección de medio término. La tesitura de Peña se basa en la necesidad de que, no importa el espacio del que sea ni las aspiraciones que tenga, en cada distrito hay que poner al mejor candidato. “Si en la provincia de Buenos Aires la que mejor mide es Vidal, tiene que ir ella y el resto tendrá que tolerarlo. Si en la Ciudad se necesita que Carrió sea candidata de nuevo, tendrá que hacerlo. Si en Santa Fe no hay nadie que traccione más que Miguel del Ser, tendrá que ser él”, analizó el ex jefe de Gabinete con uno de sus interlocutores, sin asignarle un rol a Macri. Por lo menos todavía.
Esa estrategia todavía no esta del todo claro que sea la que termine de adoptar Juntos por el Cambio. Por ahora es sólo un planteo de Peña. Pero, no obstante ello, en muchos distritos son conscientes que habrá que defender una buena elección como fue la de 2017, en donde cosechó casi el 40% de los votos a nivel país.
De eso justamente habló Peña en las últimas semanas con los dirigentes de la UCR a los que le dejó un mensaje que ellos mismos repitieron, en algunos distritos, hace unos años: “Sin 2021 no hay 2023”.