Zigzagueante. Martín Lousteau es funcionario de Cambiemos como embajador en Estados Unidos pero, a la vez, es opositor en la Ciudad. Es decir, un doble juego complejo: colabora con Mauricio Macri pero complica a Horacio Rodríguez Larreta.
La doble faz de Lousteau comenzó a generar fuertes rispideces. El ámbito donde se puede ver claramente es en la Legislatura porteña, donde el bloque que le responde, llamado Suma +, no mantiene una ligazón directa con Cambiemos y, por el contrario, hace su propio juego.
Martín Lousteau: Ningún "Cambiemos" en la ciudad.
Aunque habla con el presidente, el ex ministro de Economía está buscando su perfil propio en territorio porteño. Si bien entre sus íntimos confía en que sería mejor no enfrentar a Elisa Carrió el año que viene, si se presenta como candidato a diputado nacional por la Capital Federal, tiene decidido dejar la embajada de EE.UU. para volver a la arena política.
“Se siente en rol de candidato y, por eso, necesita diferenciarse para ser candidato en 2017 y 2019”, evalúan en el macrismo porteño.
“Se siente en rol de candidato y, por eso, necesita diferenciarse para ser candidato"
Sus aliados son la UCR porteña y el socialismo. El primero, en especial, bajo la conducción de Emiliano Yacobitti (quien sufrió denuncias varias por presuntos vínculos con barras en la UBA) y el “Coti” Enrique Nosiglia.
Lousteau lo sabe: hoy Graciela Ocaña está más cerca de Larreta que de él. Será una buena incógnita a develar: qué hará Fernando Sánchez, mano derecha de Lilita, cuando tenga que enfrentar a Larreta a pesar de que en el Congreso trabaja codo a codo con el PRO.
Martín Lousteau y Rodríguez Larreta: una convivencia difícil.
Cuestión de leyes
El doble juego del enrulado embajador lo viven, a diario, en la Legislatura porteña. Allí tiene seis legisladores de su cosecha que resultan claves para conseguir el quórum y aprobar los proyectos que pretende el macrismo.
De los seis, cuatro son de la UCR (Hernán Rossi, su presidente, responde a Yacobitti), pero todos responden al “Coti” en mayor o menor medida. Uno de ellos, incluso, es Francisco Nosiglia, el hijo del histórico operador todoterreno del partido. Además, aparecen dos legisladoras que designó Lousteau de manera directa: Inés Gorbea y Natalia Fidel.
Ayer en la sesión parlamentaria el bloque Suma + decidió no votar un proyecto que había impulsado Macri cuando era jefe de Gobierno: Solares de Santa María, un mega emprendimiento inmobiliario lindero con la villa Rodrigo Bueno que estaría a cargo de la empresa IRSA. Lousteau se había comprometido a acompañarlo. Pero su bloque no lo hizo. ¿No le respondieron o traicionó al PRO? La pregunta flota por los pasillos parlamentarios.
Solo ayer tampoco la bancada acompañó el traspaso de la potestad sobre el juego (un tema clave y en el cual Gorbea trabajó mucho junto a Sánchez), tampoco la zonificación de un sector de Puerto Madero ni una ley ambiental. Todo en una sesión. Incluso la UCR decidió acompañar el reclamo de la Cámara de Garages y no votó ampliar la restricción de ingresar con auto al centro. El secretario de Transporte, Juan José Méndez, no debe salir de su asombro.
A Diego Santilli lo acusan de no saber "contener" a Lousteau y los suyos en la ciudad.
Pero son los únicos casos. A pesar de los buenos oficios de la vicepresidenta de la Legislatura porteña, Carmen Polledo, y el jefe del bloque, Francisco Quintana, el bloque de Lousteau no acompañó otras iniciativas que había impulsado, casi de manera personal, Macri.
Una de ellas es la construcción de la villa olímpica, preparada para los juegos de la Juventud de 2018, donde habrá una residencia para atletas, viviendas sociales y un impulso a la zona sur. Lo mismo ocurrió con la reconversión del Autódromo o el shopping de Caballito.
“Es evidente que Cambiemos en la Ciudad no existe, se nota que ellos tienen un proyecto distinto al nuestro”, confía uno de los macristas que más conoce el poder larretista.
“Es evidente que Cambiemos en la Ciudad no existe, se nota que ellos tienen un proyecto distinto al nuestro”
Hay otras voces que aseguran que ni el jefe de Gobierno ni su vice, Diego Santilli, armaron acuerdos para intentar traspolar el acuerdo nacional de Cambiemos a la Ciudad. “Hay tensión porque Horacio no les dio lo que ellos pedían”, aseguran en el Ejecutivo. Cargos, claro.
En este marco, a nivel nacional el sindicalismo le puso su primer palo en la rueda a Lousteau. El gremio de Cancillería le complicó el nombramiento de su primo - y recaudador de la campaña - Guillermo Laje. Era un cargo menor como asesor, pero generalmente se cubre con personal de carrera del ministerio de Relaciones Exteriores. Las embajadas no son ministerios. Los sindicalistas le pidieron a la Justicia que analice la posibilidad de que ese nombramiento sea irregular.