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Política

En la CGT niegan una interna: "Las agresiones fueron armadas"

El titular de UPCN y secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, dijo que los sindicalistas están unidos. Además contó su versión de lo que pasó detrás del escenario en la marcha de ayer.

08 Marzo de 2017 06:11
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Tras el acto de la CGT que ayer culminó con agresiones y abucheos, el titular de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, negó que se hubiera expresado “una interna sindical”. “Estaba premeditado y armado, fue un pequeño grupo detrás del palco”, precisó en diálogo con BigBang. La referencia al intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi.

Pretendía ser un acto de unidad. Sería el primero con un fuerte impacto desde que la CGT unificó sus tres variantes y tras la salida de Hugo Moyano. Pero nada de eso ocurrió. Tras las palabras de los triunviros, un grupo de manifestantes comenzó con los cantos, que subieron de tono y hasta hubo agresiones físicas.

“No hubo ninguna interna sindical en lo absoluto”, señaló Rodríguez, secretario adjunto de la CGT, a BigBang. El sindicalista aclaró que el conflicto que se desató tras el acto “no tuvo nada que ver con el contexto de la marcha”, y apuntó que “estaba todo premeditadamente armado”.

Según Rodríguez, “cada gremio fue organizado para asistir pacíficamente”. Aunque evitó mencionar quién podría estar detrás de las agresiones y abucheos, aseguró que vio “banderas naranjas de Berazategui”. “La CGT convocó a los trabajadores y aparecen sectores que movilizan y tienen otros intereses”, explicó.

De todos modos, evitó apuntar con nombre y apellido hacia el intendente Juan Patricio Mussi, quien ayer intentó despegarse.

“Hubo pequeños sectores que reclamaban un paro, el objetivo era generar un estado de alerta, pero son pocos, la CGT fue democrática y tiene una estrategia, la mayoría de los presentes eran trabajadores”, analizó el sindicalista, quien además señaló que entre el 85 y el 90 % de los que se movilizaron “acató la referenciación de la CGT”.

El malestar comenzó luego de que los tres conductores de la central obrera, Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, hicieran críticas hacia el Gobierno por el rumbo económico, pero no pusieran fecha para un paro nacional. Incluso, Daer quedó en offside con un error que corrigió al instante: “Si no hay rectificaciones, vamos a hacer una medida de fuerza antes de fin de año”. De inmediato, aclaró: “Antes de fin de mes”.

Ayer hubo conflicto cuando finalizó el acto de la central obrera. 

Lo concreto es que el sindicalismo pretende ahora entrar en un “compás de espera” con el Gobierno. Una suerte de tregua que, aseguran varios dirigentes de peso en la CGT, se prolongaría, como máximo, hasta los primeros días de abril. Luego, podría haber un paro con movilizaciones en todo el país: el primero desde que asumió Mauricio Macri a la presidencia.

En ese lapso, de entre 20 y 25 días, los dirigentes pretenden aguardar por una “rectificación” del Ejecutivo en cuanto a las medidas económicas. Los ejes de reclamo no son pocos, pero Rodríguez definió tres prioridades: mejoras en la industria manufacturera que se vio afectada por las importaciones, cese de los despidos y las suspensiones y paritarias libres, sin techo.

Tras las agresiones, coparon el acto desde el que habían hablado los líderes de la CGT.

Dos datos: hoy no hubo clases en la provincia de Buenos Aires porque continúa el reclamo de los docentes que exigen una propuesta superior al 18 %. Pero además, hoy la rama de lácteos Camioneros protestarán contra un supuesto plan de despidos en la empresa SanCor.