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Política

En el futuro del fiscal Cartasegna aparece un juicio político: ya no vuelve al cargo

Había denunciado ser víctima de tres ataques. En su fiscalía se encontraron serias irregularidades. Hay tres empleados denunciados.

23 Junio de 2017 16:49
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El fiscal platense Fernando Cartasegna era prácticamente un desconocido, hasta que dijo ser víctima de una mafia que lo perseguía por sus inquietantes investigaciones y que había ejecutado tres ataques. El segundo fue el más llamativo: dijo haber sido atacado en su despacho de La Plata por un desconocido que lo ató con las manos hacia adelante y lo obligó a escribir la palabra Nisman con azúcar en el piso, según declaró. Cartasegna dijo que el desconocido lo había obligado además a corregir con la lengua lo que había escrito.

Desde ese día en que denunció la agresión, el 3 de mayo último, Cartasegna ya no volvió a trabajar. El procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, dispuso que se le diera una licencia, mientras se investigaba lo ocurrido. La semana pasada, su familia lo internó en un neuropsiquiátrico debido a que no comía y presentaba un cuadro depresivo, según dijeron.

La licencia forzada de Cartasegna derivó además en una suerte de intervención en la fiscalía y así empezaron a aparecer irregularidades de todo tipo. El panorama se presenta sombrío para Cartasegna. Es probable que nunca vuelva a ocupar su despacho y que deba prepararse para defenderse en un juicio político sino renuncia antes a su cargo.

Los afiches que aparecieron cerca del despacho del fiscal.

“Al redistribuirse las causas en otros fiscales, estos nuevos fiscales asignados a las causas detectaron serias irregularidades en el manejo de las causas, que obligaron al fiscal general Vogliolo a remitir un informe a la Procuración General a mi cargo consignando estas irregularidades motivo por el cual hemos iniciado los trámites sumariales internos para definir cuál ha sido la intervención del fiscal Cartasegna en estos episodios”, explicó Conte Grand.

“Adicionalmente algunos de estos fiscales, con motivos de esas irregularidades, inició investigaciones penales de las cuales ha resultado que un secretario, un auxiliar y una empleada de mesa de entradas han sido imputadas por la comisión de delitos. El fiscal que esto dispuso en paralelo se excusó de seguir interviniendo en la investigación por considerar que no tenía la objetividad necesaria atento a que tenía una amistad de 30 años con el doctor Cartasegna y podía eventualmente cuestionarse su intervención por la necesidad de investigar también su conducta (la de Cartasegna) en estos episodios”, explicó el jefe de los fiscales bonaerenses en un reportaje con Cadena Eco.

“En los próximos días van a haber algunas decisiones por parte de la fiscalía general, que están en evaluación y también algunas decisiones nuestras respecto de la continuidad de los trámites internos respecto de sumarios  y eventualmente el jury de enjuiciamiento”, adelantó Conte Grand.

Cartasegna denunció que fue víctima de tres ataques.

El procurador explicó que en la inspección que se realizó en la fiscalía de Cartasegna se encontraron causas muy atrasadas, perdidas, extravío de efectos secuestrados en procedimientos, como dinero y otros elementos.

“El episodio tal vez de mayor gravedad fue la existencia de una cantidad importante de hojas en blanco firmadas presuntamente por el fiscal Cartasegna y lo que es aún más grave carátulas en blanco. Lo que significa que alguien de la fiscalía emite carátulas con fechas determinadas, autor desconocido y objeto determinado para eventualmente utiilizarla tiempo después cuando la fiscalía ya no estaba en turno por razones que estamos investigando”, dijo Conte Grand.

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Entre las causas perdidas en la fiscalía la que más llamó la atención fue la que investiga la muerte y desaparición del estudiante de periodismo Miguel Bru. Lo más llamativo fue que la causa apareció días después en el mismo lugar donde habían buscado. Cuando Cartasegna denunció que lo habían atacado en su despacho aparecieron en el edificio unos carteles que decían “el próximo Nisman” y la cara del fiscal platense. Luego se comprobó que esos afiches se habían confeccionado en la misma fiscalía.