Tras una reunión de Gabinete en la Casa Rosada, la ministra de Desarrollo Social y Salud, Carolina Stanley, confirmó que el gobierno dará marcha atrás con el protocolo de aborto no punible que ayer despertó rechazo en un sector del gobierno tras la resolución del secretario de Salud, Adolfo Rubinstein. “Va a ser derogado, fue una decisión inconsulta”, aseguró Stanley.
La decisión del secretario de Salud había despertado múltiples críticas dentro del Gobierno, impulsadas por sectores que rechazan la legalización del aborto, entre ellos el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y la ministra Stanley, jefa de Rubinstein, quien dijo que la resolución fue “inconsulta”. Ayer dijeron que darían marcha atrás, aunque hoy en el Boletín Oficial no apareció ninguna resolución revocatoria.
Sin embargo, hoy tras la reunión de gabinete, Stanley confirmó que el gobierno dejará sin efecto el protocolo debido a que “fue una decisión inconsulta del secretario de Salud”, aunque aclaró que Rubinstein seguirá en su cargo hasta el 10 de diciembre, en medio de especulaciones sobre un posible pedido de renuncia al ministro devenido en secretario.
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Para dar marcha atrás, Macri deberá firmar la resolución que deje sin efecto el protocolo que establecía la guía de conducta obligatoria para los casos de aborto legal que debían aplicarse en todo el país. En conferencia de prensa, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, aseguró que se va a derogar la resolución y que “no se hace un juicio de valor sobre la norma ni sobre el secretario, tiene que ver con una cuestión de formas”.El protocolo de interrupción legal del embarazo que firmó Rubinstein aseguraba, entre otros aspectos, que el aborto era legal en casos en que represente riesgos para la salud física, mental o social para la vida o producto de una violación. Habilitaba a las menores de 15 años a abortar en hospitales públicos; y decía que entre los 13 y los 16 podían hacerlo sin autorización de sus padres hasta la semana 12 de gestación y por vía medicamentosa.
Ayer, antes de ser desautorizado por buena parte del gobierno, incluido el presidente Macri, Rubinstein había dicho en declaraciones al diario La Nación que el nuevo protocolo era un “gran avance” porque reconocía los derechos que ya son ley y actualizaba los criterios a lo que ya establece el Código Civil. “Termina con la posibilidad de interpretaciones libres sobre el texto acerca de las causales que autorizan la interrupción legal del embarazo, de modo que no puedan existir dilaciones ni que se judicialicen los casos”.
Hasta ahora, desde el Gobierno dijeron que fue una decisión no consultada con sus superiores. Lo cierto es que los cruces abrieron una nueva interna en el gobierno a menos de 20 días del cambio de gobierno. La UCR - Rubinstein es de origen radical - salió a criticar la medida y respaldar al secretario de Salud.