09 Julio de 2015 14:25
“No hay que enojarse con el que piensa diferente, no hay que enojarse ni insultar. Hay que argumentar. Una y otra vez, y otra vez, y otra vez y diez veces. Porque las cosas que se hicieron hechas están. Pero que nos muestren que es lo que hicieron ellos, los que nos critican con tanta furia”, dijo esta tarde en medio del discurso en conmemoración del 199° Aniversario de la Independencia, en Tucumán, la Presidenta Cristina Kirchner, mientras una multitud la ovacionó.
La escuchaban detrás, en el escenario montado en el Hipódromo de Tucumán, y a pocos metros, funcionarios y legisladores nacionales. Y a su izquierda los miembros del gabinete y los gobernadores.
Y la Presidente, inspirada y comenzando a despedirse siguió: “Hay momentos de tanto ataque, de tanta calumnia, de tanta difamación y de tantos agravios que si uno pensara, como es que se ha podido soportar tanto, sabe que es gracias al amor de ustedes, el amor de un pueblo”.
CFK en la Casa de Tucumán.
Antes, al inicio de sus palabras, en el que aprovechó para hacer un repaso de sus propias lecturas sobre los días de la Independencia, señaló: “Ahora, como entonces, también quieren meternos miedo. Pero ahora los que no tienen que tener miedo son ustedes, porque ahora ustedes están empoderados. Guarda, ¿eh? Guarda”.
“Cuando hubo dudas Belgrano dijo: 'O levantamos la mano y votamos la independencia o van a venir por nuestro cuello y pescuezo'. Y de eso se trata del más puro pragmatismo. Si no defendemos los construido en estos 12 años van a volver con políticas neoliberales”.
También tuvo tiempo de advertir sobre el futuro: “No me siento con el deber cumplido, siento que aún faltan muchas cosas. Y será porque cuando sos militante no podes estar conforme, hermano, si no dedicate a otra cosa”. “Faltan cosas y siento que los compañeros de este proyecto lo van a llevar a cabo y ustedes deberán mirarlos a los ojos para rendirles cuentas de todo lo que falta hacer en este bendito país. Yo confío que los compañeros de este espacio lo harán porque nadie en definitiva quiere escaparle al juicio de la historia. Cada uno de nosotros, más tarde o más temprano- y no importa lo que digan los diarios, las radios y la televisión-, deberá enfrentarse al juicio de la historia”.
“Hoy andan revoloteando buitres en el mundo entero, ahí están sobre Grecia, también en Puerto Rico y ahí está la Argentina, proponiendo en las Naciones Unidas un debate para una reestructuración de las deudas”.
Y como en todos los actos de su año de despedida del gobierno recordó a Néstor Kirchner.
La presidenta había arribado a Tucumán pasado el mediodía y se trasladó a la histórica Casa de Tucumán, donde la esperaban todos los miembros del gabinete y los gobernadores. Allí Cristina depositó una ofrenda floral de laureles al pie de la mesa donde se firmó la Independencia en 1816. Lo hizo acompañada por el gobernador tucumano, José Alperovich, y su esposa la senadora, Beatriz Rojkés. En la habitación se realizó un minuto de solo se escuchó el sonido de un clarín.
Enseguida se escuchó una voz que comenzó entonar a capella: “Romperá la tarde mi voz hasta el eco de ayer. Voy quedándome solo al final, muerto de sed, harto de andar. Pero sigo creciendo en el sol. Vivo...”, cantó uno de los asistentes en medio de un profundo silencio. Eran las estrofas de la célebre “Zamba para no morir”, que compusiera Hamlet Lima Quintana, poco tiempo antes de morir, y que se volvió himno en la voz de Mercedes Sosa.
Al término Cristina se trasladó a los patios internos de la casa para saludar a integrantes de las comunidades originarias locales que la aguardaban ansiosos. De allí salió a la calle y se tomó unos instantes para saludar a los tucumanos, firmar autógrafos y tomarse selfies, antes de subir a la combi que la trasladó hasta el hipódromo local donde se realizó el acto central.